Dispone deportación de joven de 13 años

Dispone deportación de joven de 13 años

POR TANIA HIDALGO
La jueza del Juzgado de Primera Instancia del distrito judicial de Jimaní, provincia Independencia, Ana Milca Acosta Collado, ordenó ayer que el niño Luckner, de 13 años, quien fuera declarado por el padre Pierre Louis Ruquoy y la señora Mercedes Féliz, sea deportado hacía Haití, en razón de que se encuentra en el país de manera ilegal.

En el oficio número 176-2006, la magistrada indica que acoge la demanda de desconocimiento de filiación paterna y materna interpuesta por los declarantes del menor, «por lo que en razón de su situación de probable orfandad y su establecida ilegalidad por ser de nacimiento y origen haitiano y haber penetrado al país de forma ilegal por la zona fronteriza de Jimaní, sea entregado al Estado haitiano por medio del consulado general de Haití en República Dominicana».

Para tomar su decisión, la jueza invocó los derechos que acuerdan las convenciones internacionales y las obligaciones que tiene el Estado Dominicano de tomar todas las medidas administrativas y de otra índole para garantizar que el menor disfrute plena y efectivamente de sus derechos fundamentales.

En la sentencia se ordena que la misma sea notificada al Oficial del Estado Civil de Cristóbal para los fines de cumplimiento en lo relativo a la nulidad del acta.

El primero de noviembre de 2005 el padre Ruquoy y la señora Féliz interpusieron por ante la secretaria del tribunal una demanda civil en desconocimiento de filiación paterna y materna del menor de nacionalidad haitiana, a fin de que se disponga la nulidad del acta de declaración No. 394, del libro 194, del año 2004, de la oficialía del Estado Civil de Cristóbal.

El sacerdote belga Pedro Ruquoy, quien partió hacia Madrid el 17 de noviembre de 2005, pidió perdón al pueblo, a las autoridades civiles y religiosas por los problemas ocasionados por la declaración como hijos suyos de dos niños, al niño de 13, así como a otro niño de ocho meses, descendientes de haitianos.

Con relación a Luckner, dijo que éste perdió sus familiares en la ríada de Jimaní, en mayo del 2004, y que al quedar desamparado se quedó a vivir con él en la casa curial del Batey 5, de Barahona.

Detalló que a principios de agosto pasado, hizo diligencias para que el niño pudiera ir a la escuela, pero como no tenía documento, la maestra les dijo que no podía aceptarle en las aulas.

«Entonces, decidimos declararlo como hijo nuestro, siguiendo el ejemplo común de cientos y cientos de dominicanos que han declarado como hijos suyos niños a los que, sin ser sus padres biológicos, sólo buscan ayudarles a ellos y a la familia», explicó.

Explicó que el caso del niño de ocho meses, de nombre Israel, lo rescató del aborto ya que su madre, una refugiada política haitiana, no pretendía continuar con el embarazo porque fue producto de una violación.

Señaló que ante esa situación, le pidió que no lo hiciera porque él asumiría el embarazo y reconocería como suya a la criatura, quien, según narra, nació en el hospital de Tamayo.

«Yo lo salvé del aborto, es mío desde que tenía un mes en la barriga de la mamá, ese es el secreto del niño, yo no entiendo el escándalo de saber cómo nace el niño», apuntó.

Dijo que la madre iba a tomarse una sustancia abortiva y como la iglesia católica está en contra el aborto, impidió el hecho.

El sacerdote tuvo que irse del país, a raíz del escándalo suscitado cuando se reveló públicamente que había declarado a los dos menores.

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