La Oficina Nacional de Planificación –ONAPLAN- emitió un documento en julio del 2005 sobre la evaluación de necesidades para cumplir con los objetivos de desarrollo del milenio.

El prólogo de esa edición fue escrito por el presidente de la República, Leonel Fernández, y al leerlo uno queda encantado como por arte de magia de la conceptualización que el Presidente tiene al escribir, aunque desgraciadamente es muy, pero muy diferente a la realidad con que gobierna la nación.

Veamos, cito el prólogo que escribió Leonel: “Creo que el pueblo dominicano está cansado del discurso político, de las promesas y de la falta de resultados. El pueblo dominicano anhela un gobierno y una sociedad que se hagan responsables ante el pueblo, que le brinden mejores oportunidades para el desarrollo humano y garanticen que la globalización sea una fuerza positiva para todos y todas”.

Y continúa diciendo: “Nuestro pueblo exige una estrategia para el desarrollo que incluya las necesidades de la mujer, la niñez y aquellos y aquellas que sufren de la pobreza y que a su vez sea sostenible para las futuras generaciones. Por eso hemos transversalizado los objetivos del milenio -ODM- a través de la sociedad dominicana y establecida una Comisión Presidencial sobre los ODM y el Desarrollo Sostenible para reiterar nuestro fuerte compromiso de cumplir con los ODM para el año 2015”.

Y en otro párrafo dice: “Ya no podemos permitir que: las mujeres mueran en parto, los recién nacidos mueran antes de cumplir una semana; los pobres mueran de inanición, deshidratación, diarrea y enfermedades infecciosas; los niños y niñas no terminen la educación primaria; y continúe la degradación de los recursos naturales y ambientales de República Dominicana”.

No seguiré cansándolos citando el prólogo escrito por el Presidente, porque voy a decirles la situación social que vive la mayoría de la población del país en realidad.

Los indicadores de pobreza para 1992 señalaban que el 10.8% de la población vivía en pobreza extrema y en el 2009 el 10.4% a pesar de que la economía dominicana fue la que más creció en Latino América; además, el gobierno de Fernández ha manejado cuantiosos recursos económicos en los últimos seis años, con tres reformas tributarias y duplicado la deuda pública.

En relación al hambre, a inicios del 1990 el 27% de la población no alcanzaba a consumir 2,200 kilocalorias/día/persona, y en 2009 es de 21%, cuando la meta para el 2015 era reducirla a 13.3%. El programa Solidaridad ha sido bueno para el clientelismo político del PLD pero no para reducir el hambre.

En relación a la educación, existe una deficiencia de aulas para el 75% de los niños menores de seis años y 60% para la enseñanza secundaria para los adolescentes. Esto, sin contar con la precaria calidad de la infraestructura donde existen problemas serios en los servicios sanitarios, bibliotecas, pupitres e instalaciones deportivas.

Debo recordarles que en el 2009, solamente el 75.8% de los estudiantes de educación primaria completaban sus estudios y que la meta para cumplir con los objetivos del milenio era de que 100% de los mismos completara sus estudios. Recientemente el informe del Foro Económico Mundial sobre competitividad señaló que el nivel de educación de nuestro país se encontraba en el puesto 137 de 139 evaluados, por lo que se infiere que la educación nuestra es de las peores del mundo.

Considero que no es con palabras bien escritas ni discursos adecuadamente pronunciados que lograremos el desarrollo. Es con voluntad política de hacer las cosas que verdaderamente sean prioritarias para el país como son la educación, salud y empleos, señor Presidente y lectores.