Distintos estilos, un solo fin

Distintos estilos, un solo fin

EFE-REPORTAJES. Las nuevas tendencias en decoración son tan atractivas que invitan a  renovar parcialmente nuestro hogar. Un paseo por los distintos estilos le ayudará a conseguir un sello personal.

Del colonial al “shabby chic”, pasando por el rústico, son algunos de los estilos de decoración más demandados en la actualidad. No es obligatorio seguirlos al pie de la letra, los expertos aconsejan mezclar hasta conseguir un hogar con carácter.

Kitsch

De origen alemán, el estilo “kitsch” destaca por el dominio del color y de las formas llamativas y originales que se alejen de los cánones decorativos tradicionales y más convencionales.

Tonos como el rosa chicle, el amarillo, el azul añil, el verde manzana o el rojo son los tonos favoritos para conseguir este ambiente tan original como extravagante.

El plástico, el cristal, las pieles sintéticas, el metracrilato o el alambre,  son algunos de los materiales que se utilizan para llamar la atención.

Estilo rústico

El origen de este tipo de decoración está en el campo. La madera en vigas y pavimentos, la piedra en fachadas, paredes, el hierro en escaleras y rejas y el barro en suelos, son los materiales más importantes del estilo rústico.

Los accesorios con sabor a pueblo, como fruteros de cerámica, canastas de paja, estanterías de madera, bancos corridos, sillas de enea y cabeceros de forja y bronce se ubican perfectamente en el “country”. Los colores de la naturaleza, como el verde, el amarillo, el azul, el teja y la gama de los ocres dejan sus pigmentos sobre las paredes.

Estilo colonial

Este estilo, que nació a finales del siglo XIX y principios del siglo XX cuando comenzaron a moverse los primeros cauces de inmigración europea hacia América y Asia, se caracteriza por muebles grandes en maderas autóctonas como la teca.

En el estilo colonial no pueden faltar muebles como las camas con dosel cubierto con delicados tules, baúles, biombos, sillones, mecedoras de mimbre, vitrinas altas para las vajillas, escritorio con cajones, bañeras ovaladas con cuatro patas y alacenas, todos ellos coordinados con rafia y arpillera.

Respecto a los tejidos, el lino y el algodón son los reyes indiscutibles.

Minimalista

Este tipo de decoración, que arranca en Nueva York en los años ‘60 y alcanza su madurez en los ‘70, se caracteriza por la simplicidad de sus formas, los espacios abiertos, las líneas puras y los colores neutros. Su lema es “menos es más”.

Los materiales que predominan en este estilo son el vidrio, el cemento pulido, la madera, el acero, la pizarra y piedras porosas.

En cuestión de telas, las más deseadas son el lino, el algodón, el hilo y la arpillera. Se debe de renunciar a los estampados florales, vegetales y geométricos.

Estilo zen

El estilo zen, que tiene su origen en el budismo y posee una filosofía espiritual que busca la armonía y el conocimiento de sí mismo a través de la relación con el entorno y el universo, se aleja de la ornamentación excesiva y busca la tranquilidad que requiere el ajetreo de los tiempos modernos.

Este tipo de decoración requiere espacios ordenados, pocos muebles de líneas bajas, simples y rectas, tejidos naturales y tonos tan neutros y suaves como el blanco, el beige, el gris o el ocre. La nota de color llega de la mano de algún objeto decorativo.

Shabby chic

Creado por la decoradora estadounidense Rachel Ashwell, el estilo “shabby chic” se inspira en las grandes casas de campo inglesas, donde el color blanco, los muebles antiguos decapados y los tejidos estampados con delicadas flores son los protagonistas.  Es una decoración fina y distinguida, donde las lámparas de cristal sopladas, las cortinas, los edredones, las colchas, los cojines y las toallas, cuajadas de puntillas y bordados artesanales, aportan ese aire romántico. Sobresalen los colores suaves como el rosa, salmón, ocre, coral o trigo.

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