Hoy 
En Santo Domingo aparecen casas cuya fachada tiene huecos con la finalidad específica de servir como ventiladores.
Una de ellas es el edificio Copello, de cuatro niveles, que fue inaugurado en el año 1939. Está ubicado en la calle El Conde esquina Sánchez y su fachada tiene, en el vértice este, un cuerpo elevado revestido de gruesos bloques cuadrados de cristal isotérmicos, los cuales se usaron por primera vez en la República, instalados en un espacio de sesenta pies de altura por dieciséis de ancho que sirve para dejar entrar la claridad diurna al interior donde había oficinas de negocios.
A su lado, la pared hecha con cemento blanco tiene cinco claraboyas con un ancho aproximado de que miden ¾ de metro, las cuales se hacían para que entrara el aire al interior. Su borde es grueso tiene un marco de metal circular en los laterales con un eje que permite abrirlas de día y cerrarlas de noche, con solo girarlo hasta la mitad.
En la misma calle, pero esquina Espaillat, se aprecia una casa de un nivel para negocios con una puerta y vidrieras, cuya construcción, aunque es moderna, tiene en la pared superior frontal que da al lateral sur, un par de cavidades totalmente distintas a las antes mencionadas. Cada una forma un rombo y están separadas por una pequeña ventana rectangular con cristales.
Igualmente, en la calle Espaillat número 154 se aprecia una residencia republicana de un solo nivel, con una galería balconada a la entrada cuyas columnas góticas posee ranuras verticales. Su interior presenta tres puertas, y su máxima curiosidad es que la parte superior de la pared presenta tres cavidades formando cuadrilobulados.
Y en el callejón de Regina, la casa número 19 de un solo nivel es la única en cuya esquina sobresale un vértice todo curvado que presenta una ventana. Tiene cuatro puertas, pero la que da para el frente norte es más ancha y posee un marco de tipo antiguo todo bordeado con ladrillos, y en la parte superior de la pared posee un hueco totalmente ovalado con rejas de barras cruzadas en el medio.
