Distribuidora Vargas: un próspero negocio, un hombre hecho a sí mismo

Distribuidora Vargas: un próspero negocio, un hombre hecho a sí mismo

Distribuidora Vargas es una tienda de electrodomésticos y una agencia de gas propano. Un pequeño y próspero negocio con más de 30 años en pie ubicado en el sector capitaleño de Villa Juana. Distribuidora Vargas también es la historia de su propietario y fundador, Victoriano Vargas, un hombre hecho a sí mismo que emigró del campo a la ciudad hace 45 años con una meta clara:

prosperar.

Victoriano Vargas tiene ahora 65 años. Salió de Las Cayas, en Valverde Mao, cuando tenía 20. Cuenta que vino a la parte de atrás de un camión y que en esa época, en los últimos años de la dictadura trujillista, no era fácil entrar a la ciudad siendo campesino.

Varias personas le ayudaron y consiguió un trabajo aquí y otro allá hasta que entró en una compañía de camiones que cargaba arena. Tras la muerte de Trujillo, un corto tiempo en Santiago hasta que regresó a la capital para trabajar en una tienda de electrodomésticos, Comercial Distribuidora, donde permaneció por 12 años.

Varias etapas más en las que, por ejemplo, Vargas, con más de 30 años de edad, se puso a estudiar bachillerato y consiguió los títulos de mecanografía, archivista y contador mercantil.

Después de casarse, se fue para Puerto Rico, donde laboró como gerente de parking y más tarde vendiendo enciclopedias. «Pero teníamos el propósito de que mi esposa, Ilda Arias, fuera también para Puerto Rico, pero ella no pudo salir de aquí y yo decidí regresar».

Al regreso Victoriano quiso montar ya su propio negocio. Pero nunca lo hubiera conseguido, según enfatiza, sin la ayuda de algunas personas. «Nadie progresa solo, nadie triunfa solo. Y en ese sentido hay un hombre al que tengo la obligación de agredecerle, el doctor José Ramón Hernández Lebrón, que fue mi jefe en la Comercial Distribuidora. En ese momento él era presidente administrador de Nedoca y me recomendó para conseguir una subagencia de la Comercial Distribuidora».

Era el año 1971. Ahí comenzó Distribuidora Vargas, que en principio se ubicó en la calle Teniente Amado 70, en Villa Francisca. «Durante tres años vendimos a comisiones. Pero hubo un momento en que me dejaron suelto: triunfa, pártete la cabeza. De ahí seguí adelante por mi cuenta».

Victoriano siempre se ha mantenido activo en reivindicaciones y luchas sociales. Formó parte de la formación de la Asociación de Distribuidores de Muebles y Electrodomésticos y actualmente es dirigente nacional del PLD y también de la Cooperativa de Servicios Múltiples La Económica, de la que ha sido presidente del Consejo en seis ocasiones y es secretario de Actas.

«Esta cooperativa es una conquista social de un grupo pequeño de gaseros que decidimos agruparnos en 1978. Tiene 127 miembros y 13 plantas envasadoras. Ha tenido mucho éxito; es un ejemplo de cómo debe ser una cooperativa».

[b]LOCAL PROPIO[/b]

De la primera tienda Distribuidora Vargas fue desalojada en el año 1979 y se trasladó a la calle Moca 87, en Villa Juana. Fue en 1999 cuando la empresa dio el gran paso para construir en Moca 78 un local propio de 200 metros cuadrados, en los que Victoriano invirtió RD$ 1,600,000, que consiguió mediante financiamiento.

«Ahora terminé ya de pagarlo todo y ya el negocio se mantiene solo. Porque el que en estos momentos le está pagando a la banca un 40 por ciento de interés no puede sostenerse y crecer. Este negocio está vigente porque pudimos construir y pagar. Si yo estuviera pagando el alquiler, presumo que no hubiese sido suficiente para costear los precios de los alquileres actuales.

Lo cual indica que la mayoría de las negocios que queden en pie con esta crisis actual serán los que tienen sus locales propios. Y ese, gracias a Dios, es mi caso».

Disribuidora Vargas vende principalmente electrodomésticos, y también repuestos para estufas y artículos en general. También vende gas propano a domicilio. «Enseguida vi que no era suficiente que yo esperara a vender un electrodoméstico para ganar una comisión. Como resultado de esa inquietud fui a Industrias Rodríguez para solicitar una agencia distribuidora de gas y me la concedieron».

El gas, explica el dueño de la compañía, es la fuente mayor del negocio. «Trae dinero en efectivo todos los días, además de los beneficios de la cooperativa, que es un negocio aparte. Sin embargo, los electrodomésticos han sido un buen complemento. Es una forma de activar el sector social donde uno vive. Hay que ofrecer algo más. En este aspecto estoy muy agradecido de Villa Juana, que siempre me ha respaldado».

«Ahora continúa Vargas intentamos dar el servicio más justo posible, dentro de las precariedades con las que nos estamos desenvolviendo, ya que los suplidores están encareciendo los precios todas las semanas».

¿El balance de esta trayectoria? «Me siento cerca de la felicidad. Soy un pequeño empresario y así me he mantenido. Se entiende que el empresario debe quemar muchas etapas y llegar a ser un gran empresario, pero yo me he quedado como yo quería. La vida no está para que todo el mundo camine todo el trayecto. Estoy conforme con el camino que he andado y creo que en la sociedad he dado lo que la sociedad me ha proporcionado».

¿Qué es el cliente para Victoriano Vargas? «La mayoría del negocio aquíentra por teléfono y yo soy el que hablo con todos los clientes y a pesar de que no los conozco físicamente, ellos son mis amigos. Yo creo que doy lo que ellos me dan. El intercambio tiene que ser mitad y mitad. Yo siempre intento darles lo que necesitan y si no, darles el mejor asesoramiento para que lo encuentren».

Un consejo para los jóvenes que empiecen desde abajo: todo el mundo tiene derecho a triunfar. Todos los pobres pueden aspirar a vivir bien. Un joven debe trabajar, estudiar y pedir ayuda y cooperación cuando la necesita. Así ha sido después con mis empleados, ellos han crecido conmigo».

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