Distribuidoras manipulan

Distribuidoras manipulan

Las empresas distribuidoras de combustibles manipulan en el mercado nacional para beneficiar a sus propias estaciones de expendio con los cambios de precios y perjudicar a las particulares, cuyos propietarios son integrantes de la Asociación de detallistas de Gasolina, ANADEGAS.

Al sostener ese dato, directivos de ANADEGAS explicaron que la reducción en el suministro al detallista, con relación al consumo, es de alrededor de un 50%.

Incluso, dijeron que hay estaciones de detallistas que en una semana, de diez pedidos que hacen a las empresas distribuidoras, apenas reciben dos.

Se refirieron al tema el presidente de ANADEGAS, Juan Ignacio Espaillat y los directivos Rafael Polanco y Ramón Tavárez, al participar en el Encuentro Económico de HOY.

Explicaron que el nivel de cuotas con respecto al suministro, las empresas distribuidoras lo manejan de manera discrecional, pero en favor de las estaciones que son de su propiedad y en perjuicio de las particulares.

Pusieron de ejemplo que en la ciudad de La Romana hay tres estaciones de las empresas distribuidoras, a las que nunca se les ha terminado el combustible, mientras las de los detallistas padecen una gran escasez.

Dijeron que ANADEGAS le envió una carta, la semana pasada, a la secretaria de Industria y Comercio, Sonia Guzmán de Hernández, donde le solicita que defina si la licencia de mayorista de combustibles le da a las distribuidoras la facultad de disponer de los hidrocarburos en las estaciones que ellas operan de forma directa, mientras dejan desabastecidos a los miembros de su cadena, quienes obligados por contrato a sólo vender la marca a que pertenecen, quedan desabastecidos o con un suministro muy deficiente.

«Esto está acelerando la destrucción de los negocios de los miembros de ANADEGAS y de otros detallistas que operan puntos de venta de combustibles», precisa la carta.

Añade que a esta situación se une al extremado bajo margen de comercialización, así como a las pérdidas porcentuales generadas por el diferencial de temperatura, la evaporación y la entrega deficiente de la mercancía, lo que conduce a la desaparición de los detallistas en el negocio de los combustibles.

Expresa, además, que esta situación, si no es corregida, conducirá al mercado de los combustibles en un oligopolio, el cual fijará reglas del juego a su manera, «como hoy lo hace la Refinería de Petróleo».

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