Distribuyen alimentos a los hambrientos en Haití

 Distribuyen alimentos a los hambrientos en Haití

   GONAIVES, Haití (AP) _ Las fuerzas de paz de las Naciones Unidas y los grupos humanitarios se afanaban el sábado para dar de comer a miles de personas que la tormenta tropical Hanna dejó en un estado de necesidad extrema, aunque les quedan otros miles más por socorrer, mientras el huracán Ike seguramente traerá más lluvias este fin de semana a esta ciudad inundada.

   Las autoridades temen que el número de muertos en Haití causados por Hanna podría ascender a más de los 163 ya confirmados, y dijeron que un informe con mayor número de muertos está basado en estimaciones no confirmadas.

   El empeoramiento de las condiciones meteorológicas podría impedir el reparto de ayuda, la recuperación de cadáveres y _ con la tierra ya anegada y los ríos desbordados _ causar más muertos.

   Ante la aproximación de Ike, huracán de categoría 3, el Centro Nacional de Huracanes de Miami emitió el sábado una advertencia de tormenta tropical para partes de Haití, entre ellas Gonaives.

   El Programa Mundial de Alimentos de las Naciones Unidas dijo el sábado que las sucesivas tormentas han desplazado a centenares de miles de personas y destruido multitud de casas y plantaciones. Un barco alquilado por ese organismo atracó en esta ciudad el viernes con agua potable y alimentos, que los cascos azules comenzaron a distribuir a los desesperados sobrevivientes de Hanna alojados en centros de emergencia.

   «El PMA cuenta con una logística de primera clase, y esta tormenta nos ha sometido a prueba», dijo la representante en Haití del programa, Myrta Kaulard.

   Carreteras inundadas, muelles destrozados y averías generalizadas del servicio telefónico impidieron el viernes la distribución de alimentos a unas 2.000 personas hambrientas.

   El buque contenedor Trois Rivieres, fletado por el PMA, llegó a un puerto privado situado fuera de la ciudad, custodiado por soldados argentinos armados con fusiles automáticos.

   A las pocas horas, los empleados de las Naciones Unidos comenzaron a distribuir galletas de alto contenido proteínico y agua en los refugios de emergencia, donde se encuentran alojadas por lo menos 40.000 personas y en creciente estado de desesperación. Los equipos de socorro distribuyeron alimentos en dos refugios a unas 2.000 personas antes de ser suspendidas las operaciones debido a la oscuridad.

   En un almacén vacío en la parte norte de la ciudad en la que retrocedieron las aguas, unas 1.000 personas hambrientas se afanaron por arrancar las bolsas de alimentos que distribuían las autoridades de protección civil vestidas con camisetas de color naranja, protegidas por la tropa argentina.

   Anna Achelis, cuya casa quedó completamente sumergida, logró obtener de los equipos de socorro con una de sus gemelas de 3 años dos botellas de agua, cinco galletas especiales y una casa de aseo. Indicó que esperaba que las galletas apaciguaran el hambre de sus cinco hijos, por lo que intentará que duren.

   Algunas personas que habían recibido ya alimentos tiraron al suelo las galletas de las manos de otras personas y se apresuraron luego a recogerlas.

   En otro refugio, los cascos azules tuvieron que dejar los alimentos amontonados porque los funcionarios del centro no habían preparado su distribución.

   Más de 10.000 personas abandonaron Gonaives a pie, nadando y vadeando tramos inundados rumbo a la población más cercana, situada a 72 kilómetros (45 millas) al sur, dijo Daniel Rouzier, presidente en Haití de la organización de caridad Alimentos para los Pobres.

   «El éxodo de Gonaives es masivo», agregó.

   Marie Alta Jean Baptiste, directora del Departamento de Protección Civil haitiano, dijo que fueron confirmadas 163 muertes, entre ellas 119 dentro y en las zonas aledañas a Gonaives.

   El director de policía Godson Orleus, cuya región de Artibonite incluye Gonaives, dijo que las autoridades temen que podría haber centenares de muertes más según los relatos de los residentes.

   Tras quedar el cielo despejado, la ayuda comenzó a llegar lentamente el viernes. Por lo menos ocho helicópteros de las Naciones Unidas con personal y alimentos aterrizaron en la base de los cascos azules al pie de una colina completamente desprovista de vegetación. Un par de helicópteros de la Guardis Costera estadounidense trajo alimentos donados por la Agencia para el Desarrollo Internacional.

   Empero, la tregua meteorológica seguramente será breve. Los meteorólogos pronosticaron que Ike pasará el domingo justo al norte de Haití. Incluso si el país se libra de un encuentro directo, el huracán empapará con sus lluvias el fértil valle de Artibonite, cuyos ríos desembocan en Gonaives, la cuarta ciudad del país.

   

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