POR ANSELMO SILVERIO
SANTIAGO.- El sector avícola del municipio de Licey y de comunidades de la parte oeste de la provincia Espaillat advirtieron que más de 400,000 pollos pasados con más de 45 días están a punto de perderse y que otros 25,000 se han vendido a bajos precios, a causa del paro de actividades que hoy entra en su cuarto día y que fue extendido ayer por las organizaciones en protesta.

Mientras tanto, representantes del comercio pidieron el levantamiento del paro, alegando que muchos negocios no están abiertos en apoyo a la protesta, sino por temor a que sus establecimientos sean atacados o quemados por grupos de desaprensivos.

El productor Juan Antonio Alba dijo que los granjeros tienen cuatro días con pollos pasados de tiempo y con pedidos del sector turístico de Puerto Plata y de supermercados de San francisco de Macorís, Moca, La Vega, Salcedo, Bonao, Mao y de otras zonas, los cuales no han podido atender a causa de la huelga.  El paro afecta el transporte  de varias comunidades de Licey y de Moca, donde están localizadas granjas que producen grandes cantidades de pollos y huevos.

Debido a la huelga, las granjas están cerradas y el negocio de compra y venta de pollos está paralizado desde el lunes pasado cuando se inició la protesta con la que organizaciones populares reclaman la construcción de calles, carreteras, escuelas, clínicas, una rebaja en la tarifa eléctrica, la extensión de las redes del acueducto y el cese de los apagones. La provincia Espaillat y el municipio de Licey producen el 40 por ciento del consumo nacional de pollos y el 60 por ciento de huevos, según un estudio de la Comisión Avícola y Pecuaria.  Alba dijo que por lo menos el 55 por ciento de las granjas están cerradas.

La marcha

Durante la marcha de ayer no se produjeron enfrentamientos con los policías, quienes se acantonaron en posiciones estratégicas. Miembros  de las organizaciones  comunitarias, entre ellas el Frente Amplio de Lucha Popular(FALPO) marcharon desde el club de Madres de Canca la Reina hasta el municipio de Licey, en protesta porque el gobierno ha mantenido silencio ante sus reclamos.

Fueron vigilados de cerca por efectivos de la Policía provistos de armas largas y de efectivos del grupo swat, vestidos de negro y encapuchados, pero no intervinieron.

En el curso de la marcha, los manifestantes lanzaron consignas en contra del gobierno, pero más en reclamo de las obras inconclusas, especialmente de la carretera que enlaza a la comunidad de  Borojol y de Canca la Reina-Canca La Piedra.

Mientras tanto, jóvenes que laboran en Santiago tuvieron que regresar a pie al poblado de Licey, debido a que, contrario a la mañana, en la tarde no había minibuses de pasajeros.

Algunos motoconchistas trasladaron a diversos pasajeros hasta donde podían llegar.