Divergencias en el mercado

Divergencias en el mercado

POR PHILIP COGGAN
La caída de 25 el viernes en Wall Street tuvo un impacto negativo en los mercados de Asia, pero cuando los mercados europeos abrieron, los inversionistas estaban recomponiéndose. Una baja de 2% es bastante poco de acuerdo con las normas históricas, pero gracias a la reciente estabilidad en los mercados de acciones corrientes, este fue el descenso más marcado desde marzo de 2003.

Se desató una cacería inmediata de posibles explicaciones. Los analistas tenían muchos factores fundamentales a la mano, desde la renovada fuerza en el precio del petróleo hasta las preocupaciones geopolíticas (el enfrentamiento nuclear con Irán) y algunos desafortunados reportes sobre ganancias en Estados Unidos.

“Sin embargo, si las ganancias de EEUU fueron el tema principal, seguramente este mercado pudo haber caído más en relación con otros”, dice Ian Scott, estratega global de Lehman Brothers. Él cree que la venta fue un ejemplo de “despalancamiento” (una retirada de posiciones de riesgo, o financiadas por deuda) por parte de los inversionistas, siguiendo la pauta de episodios anteriores en enero y octubre del año pasado.

Michael Cloherty, de Bank of America, sugiere que estamos en un mundo en el que “la volatilidad produce volatilidad. Dada la escasez  de volatilidad realizada en la mayoría de los mercados y la enorme reserva de inversionistas potenciados, hambrientos de retornos,  la acción de precio significativa en cualquier mercado es probable que atraiga rápidamente capital. Este efecto de apilar puede exagerar el movimiento inicial y causar entonces una corrección fuera de proporción cuando estos inversionistas tratan de tomar ganancias”.

Los inversionistas parecen estar divididos. En un campo están los que se mueven lentamente (fondos de pensiones, compañías de seguros y el sector detallista) que cambian su punto de vista sobre los mercados de activos solo lentamente; en el otro, los operadores a corto plazo, como los fondos de cobertura y los bancos de inversiones.

A veces, como ocurrió durante la burbuja puntocom, estos campos halan en la misma dirección; a veces se contrarrestan entre sí. Los sondeos indican que este último es el caso actual.

El sondeo de Merril Lynch de la semana pasada entre administradores de fondos encontró que los apetitos por el riesgo entre los inversionistas institucionales es elevado, con el volumen de efectivo en el nivel más bajo que se registre. Pero el índice de riesgo de UBS indica que los inversionista se han desplazado hacia la función de aversión al riesgo. Parece que si, precisamente cuando los inversionistas a largo plazo se vuelven agresivos, el grupo del corto plazo decidiera consolidar ganancias.

VERSION: IVAN PEREZ CARRION

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