Divide y vencerás

Divide y vencerás

Máxima que para muchos es el paradigma de las estrategias para llegar al poder, Hipólito Mejía Domínguez y su secuaces del PPH planearon y ejecutaron dividir al Partido Reformista Social Cristiano (PRSC), con el objetivo de continuar en el poder más allá de los cuatro años para los que fueron elegidos por el hoy arrepentido pueblo dominicano.

En sus afanes por lograr esta división sedujeron con dádivas y prebendas a una «crúpula» (simbiosis entre crápula y cúpula) mal agradecida que utilizaron su cercanía con nuestro extinto y glorioso líder y prócer de la patria el doctor Joaquín Balaguer para ocupar inmerecidos puestos en el PRSC ya que nunca han sido sometidos al escrutinio de las bases.

Como muestra de esta grosera y burda intromisión para dividir nuestro partido, está el ya confesado apoyo (confesión hecha por el mismo Hipólito Mejía) en las primarias que ofreció maliciosamente el PPH, que hoy sobra explicar, ya que es conocido no generado ningún éxito ni beneficio a nuestra institución política.

Basta recordar los desafortunados y bochornosos incidentes que sucedieron el 16 de agosto del año pasado en la elección del bufete directivo de la Cámara de Diputados, donde en vez de ser un sagrado y solemne recinto se convirtió, por su fatal ingerencia, en un virtual coliseo en donde los tránsfugas que hoy se hacen llamar dirigentes del partido, con el apoyo de ridículos gladiadores enviados por el PPH, quisieron mantener el dominio de la Cámara de Diputados para seguir disfrutando de los onerosos beneficios que de ahí disponían (sueldos lujosos, decenas de teléfonos celulares, vehículos de lujo, pago de su servidumbre y otras vergonzosas prebendas), cosa que le fue imposible lograr debido a la decisión firme de un grupo de honorables diputados que dignamente representan al PRSC.

«El poder es para usarlo» frase común entre los hombres pequeños y débiles de espíritu que sólo anhelan llegar al poder para beneficio personal y de sus cómplices, como sin él no son nada luego pretenden perpetuarse en el poder, mientras que los hombres grandes y fuertes de espíritu anhelan el beneficio del pueblo y la patria.

Hoy sin el favor del pueblo pretenden prostituir la clase política. Comprar la conciencia de los humildes «regalando» madera, zinc, ilusiones de motores, temporales reducciones en los precios de los alimentos básicos, alimentos que este gobierno ha llevado a precios inasequibles, utilizando en contra de la voluntad del pueblo recursos que este mismo genera, en fin creando un espiral de corrupción, amedrentamiento y falta de escrúpulos que los dominicanos no soportamos más.

Por lo cual habiendo sido su intento de dividir al Partido Reformista solamente la clasificación de que de un lado está la frustrada candidatura soportada por una carta que el doctor Bello Andino y sus adlatares depositaron ante la Junta Central Electoral y de otro lado una pléyade de hombres y mujeres que responsablemente convocaron una asamblea donde asistieron cinco mil cuatrocientos treinta y siete delegados quienes al unísono decidieron crear el consejo presidencial del Partido Reformista Social Cristiano. Quienes hoy junto al doctor Leonel Fernández Reyna han decidido estar unidos para vencer, para vencer el desorden, la corrupción, la incompetencia, la prepotencia, el hambre, la miseria, la desesperación, el desempleo, el irrespeto, la intolerancia, el alto costo de la vida y a un gobierno donde ni en las puertas de algunos de sus altos funcionarios se detienen la influencia del narcotráfico.

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