Dividida y confundida, Unión Europea se replantea su futuro sin Londres

Dividida y confundida, Unión Europea se replantea su futuro sin Londres

BRUSELAS, Bélgica. Líderes de la Unión Europea se reúnen el miércoles sin Gran Bretaña por primera vez para replantearse la unión y evitar su desintegración tras la inédita decisión británica de abandonar el bloque luego de un referéndum popular. Pero las visiones encontradas sobre el futuro comunitario complican la importante cumbre.

El primer ministro británico, David Cameron, abandonó Bruselas el martes por la noche sin un plan de divorcio claro, esquivando la presión para una salida rápida y pasado las complejas negociaciones para la desvinculación en manos de sucesor. Mientras, el Partido Conservador británico abrió el miércoles las candidaturas para sustituir a Cameron, tras su grave error de cálculo al convocar el referendum la semana pasada.

Con el destino de Gran Bretaña en Europa en el limbo, los 27 presidentes, cancilleres y primeros ministros de los países que siguen en el bloque se reúnen con el foco puesto en cómo debería ser la nueva UE sin Londres. Yodos parecen estar de acuerdo en que algo debe cambiar tras su marcha, pero discrepan en el qué. Los países fundadores de la UE, en el oeste, se inclinan hacia una unión más estrecha, mientras que los últimos en incorporarse al proyecto, del este, quieren más control para los gobiernos nacionales, especialmente sobre sus fronteras.

Los europeos están desencantados con el proyecto de la UE y depende de los estados miembro inspirarlos con cambios concretos y progreso, dijo el primer ministro belga, Charles Michel, a su llegada a la reunión el miércoles. “Tenemos que mostrar que Europa aporta un valor añadido real que nuestros ciudadanos puedan sentir”, manifestó. Otros países comunitarios enfrentan peticiones, especialmente desde la extrema derecha, para referéndums sobre la permanencia en la unión en medio de la sensación generalizada de que la unión forjada tras la Segunda Guerra Mundial para mantener la paz a través del comercio se ha convertido en un gigante burocrático y poco democrático con poco significado para sus 500 millones de ciudadanos.

La presidenta de Lituania, Dalia Grybauskaite, dijo que Europa debe empezar a escuchar a sus ciudadanos en temas como la inmigración y el crecimiento económico. “Necesitamos despertarnos y prestar atención”, apuntó. Los 27 países que integran ahora la UE están también divididos por la gestión de la crisis migratoria, que tuvo un papel importante en la votación británica de la semana pasada. Las naciones del centro de Europa, lideradas por Hungría, se niegan a aceptar la imposición de cuotas migratorias y más al norte se han endurecido los controles fronterizos como respuesta a la llegada de más de un millón de personas el año pasado.

Londres está más preocupado por los migrantes procedentes del propio bloque, ya que su fuerte economía atrae a cientos de miles de trabajadores de otros países miembro. El “Brexit” también cambiará el equilibrio de poder dentro del ente, dando más peso a la Alemania de Angela Merkel y alentando a naciones del este como Polonia, que quieren tener más voz en el grupo. El bloque depende del consenso, por lo que ha confiado en intercambios de compromisos entre países con diferentes visiones de lo que esperan de Europa. La salida de Gran Bretaña del bloque ha sacudido los mercados y ha tenido consecuencias no solo en toda Europa sino más allá, además de eclipsar todas las conversaciones el miércoles en Bruselas.

La inesperada victoria del “Brexit” privará al bloque de su mercado financiero más adinerado, de la mayor potencia militar y de un gigante diplomático. Y podría provocar cambios también el Gran Bretaña. La primera ministra de Escocia, Nicola Sturgeon, se reunió el miércoles en Bruselas con el presidente del Parlamento Europeo, Martin Schulz, y más tarde espera repetir con el presidente de la Comisión, el órgano ejecutivo del ente, Jean-Claude Juncker.

Los escoceses votaron mayoritariamente en favor de la permanencia en la Unión Europea, pero su opinión quedó diluida por los resultados en el resto del país. Sturgeon ya ha indicado que podría haber una nueva consulta popular sobre la independencia del territorio. “Fue una buena oportunidad para plantear la posición de Escocia y el deseo de Escocia de seguir en la Unión Europea y de proteger nuestra relación con la Unión Europea”, manifestó Sturgeon tras su encuentro con Schulz, pero agregó “no subestimo el reto que tenemos por delante para encontrar una vía.

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