Divorcio es legal en Chile

Divorcio es legal en Chile

SANTIAGO DE CHILE (EFE).- El presidente chileno, Ricardo Lagos, promulgó ayer una ley de matrimonio civil que requirió nueve años de trámite parlamentario e incluye por primera vez en la historia del país el divorcio.

«Este es un paso gigantesco, que fortalece a la familia, que da mayor protección a los hijos y que pone fin a la dura situación de quienes tras un fracaso matrimonial se encontraban imposibilitados de rehacer sus vidas», dijo el mandatario socialista.

El primer proyecto de ley sobre divorcio en Chile fue presentado hace unos cien años al Congreso de Chile, único país occidental junto a Malta que no contaba con una ley de este tipo. Muchas veces durante el siglo XX murieron en el Parlamento proyectos que establecían el divorcio como mecanismo para reglamentar las rupturas matrimoniales.

«Un largo recorrido ha sido necesario para llegar a este momento», dijo el presidente chileno al recordar que la ley promulgada ayer fue presentada en 1995 al Congreso por un grupo de parlamentarios de varios partidos.

La nueva ley fue aprobada el pasado 11 de marzo por el Parlamento chileno y entrará en vigor seis meses después de su promulgación.

En medio de una ovación, el mandatario firmó el decreto de promulgación en una ceremonia en el Palacio de La Moneda a la que asistieron más de 400 invitados.

Estuvo ausente el cardenal arzobispo de Santiago, Francisco Javier Errázuriz, que se opuso férreamente a su aprobación.

Tras firmar el decreto, ante el ex presidente Patricio Aylwin (1990-1994), ministros de Estado, parlamentarios y dirigentes sociales, Lagos destacó que la ley de divorcio tiene una importancia doblemente histórica, pues reemplaza una normativa que regía desde 1884 y además termina con una práctica engañosa.

En virtud de esa ley en Chile los matrimonios pueden ser anulados en caso de un fraude legal, basado en declarar la incompetencia del oficial civil que celebró el matrimonio.

Según datos del Registro Civil, cada año en Chile se anulan alrededor de 5.000 matrimonios, pero hay un número mayor que no lo hace ya que se necesita el consentimiento de ambas partes.

«Nadie está a favor del divorcio, pero había que reconocer esa realidad y legislar al respecto», dijo Lagos.

Reiteradas encuestas que se hicieron en los últimos años señalaron que entre el 70 y el 80 por ciento de los chilenos estaba a favor de una ley de divorcio, que al mismo tiempo era resistida fuertemente por la Iglesia Católica que la considera una atentado a la familia.

Aunque desde 1925 existe en Chile la separación del Estado y la Iglesia Católica, ésta ultima mantiene una poderosa influencia que incidió en la demora en la aprobación de esta ley.

El presidente Lagos manifestó que la promulgación constituye un gran avance en el sentido democrático del país y la equiparó a la abolición de la pena de muerte y a las modificaciones efectuadas en materia de censura cinematográfica.

«No queremos que exista un doble estándar y es por eso que hemos terminado con un fraude procesal», puntualizó el mandatario.

La ley establece el plazo de un año para pedir el divorcio cuando es de mutuo consentimiento y de tres años, cuando sea sólo uno de los cónyuges el que lo solicite.

Los jueces podrán conceder el divorcio sin plazo por abusos a uno de los cónyuges o los hijos, como también por homosexualidad, alcoholismo o drogadicción de cualquiera de los cónyuges.

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