“Divorcios: ¿quién es el culpable, el frio o el calor?”

“Divorcios: ¿quién es el culpable, el frio o el calor?”

¿Ustedes saben qué tanto influye el clima de los países con sus tasas de divorcios? Pues resulta que buscando información, encontré sobre la incidencia de los mismos en los distintos países del mundo, y sobre cómo las estaciones del año tienen sus picos en los que se ven más propensos dichos divorcios. Pero por lo que pareciera (de acuerdo a los estudios analizados), nada tuviera que ver el clima como tal del país, sino muchísimos otros factores circunstanciales de acuerdo a sus estilos de vida, que sí convergen en esos momentos del año en los que por la peculiaridad de sus características, pudiera provocar sea cual sea el país, un mayor índice de divorcios.
Dígase por ejemplo, que la falta de horas de luz y los planes dentro de casa motivan a permanecer más acompañados y acurrucaditos, esos fríos de invierno, a mi entender, mucho más que en los meses más cálidos.
Y es que sin lugar a dudas, la climatología influye en nuestro estado de ánimo y, en general, en nuestro día a día es algo innegable pero, ¿hasta el punto de que esto incida a querer estar más en pareja? Pues resulta que sí. Como mencionaron: «En primavera, cuando tenemos tantas horas de luz se despierta nuestro lado más sensual y sexual, es una época que invita más al flirteo mientras que en los meses más fríos es normal buscar a alguien que nos dé calor». Porque cada estación llega cargada con sus propias peculiaridades: el calor, el frío, las alergias… y los divorcios, puesto que las rupturas matrimoniales también están asociadas a un patrón estacional.
Es por esto, que estudios revelaron un crecimiento en los meses de marzo y agosto -justo en los períodos de cierre de las vacaciones de invierno y verano, respectivamente-, como aquellos con las cifras más altas de divorcios. Los investigadores han atribuido este fenómeno social a un «ritual doméstico» que rige el comportamiento familiar.
Sí, se conocía ya sobre las separaciones veraniegas, en virtud de que durante las vacaciones estivales las parejas pasan más tiempos juntos, lo que provoca que afloren con más intensidad sus diferencias y problemas. Pero resulta que no es muy diferente en fechas navideñas, porque a pesar de ser una temporada muy romántica donde reinan las fiestas, y la unión familiar, esos mismos momentos son los que generan muchos conflictos por esos compromisos familiares.

Sin embargo, siempre hemos entendido que los meses más fríos son también los propicios para las reconciliaciones, ¿cierto?
Siendo así, qué pasará entonces en España, Bélgica, Portugal entre otros países europeos donde el frío raja las piedras y son los países con la tasa de rupturas matrimoniales más altas, excediendo más del 60%. En cambio, el lugar donde hay menos divorcios, en comparación con otros países a nivel mundial, es Chile (solo el 3%), seguido por Guatemala con solo el 5%.
En conclusión, pienso que no importa si vivimos en uno de esos países en los que son bien marcados cada estación del año, o en uno como el nuestro donde solo vivimos los 360 días del año, una sola estación; la realidad es que si la pareja está lo suficientemente consolidada, y prima en ella la complicidad y el amor, no habrá jamás tiempo atmosférico, ni fecha en el calendario que la destruya.