DJ californiano deslumbra con su pirotecnia musical extraterrestre

DJ californiano deslumbra con su pirotecnia musical extraterrestre

Santiago de Chile.  Skrillex, el gran emperador del dubstep de los últimos tiempos convertido en megaestrella de los circuitos festivaleros, encendió la noche de la primera jornada del Lollapalooza Chile con su palpitante pirotecnia musical de procedencia extraterrestre.

El Dj y productor californiano, cuya verdadera identidad responde a Sonny Moore, pilotó el espectáculo desde lo alto de una colosal cabina, cual aeronave extraterrestre, que emergía por encima de la marea de peregrinos de la electrónica.

Un “Here we go Chile!” desató la euforia colectiva de la masa sedienta de fiesta que, con gritos de júbilo, respondió al californiano que no les dejó de mimar durante los 90 minutos de puro espectáculo circense.

“We need your power here!” gritó el estrafalario artista desde su pedestal tras el desafortunado apagón que cortó en seco la primera canción del concierto y dejó helados a los millares de almas que asistían a la ceremonia pseudoreligiosa.

Animaciones alienígenas de todos los tamaños y deslumbrantes imágenes superpuestas acompañaron al incansable artista a lo largo de su viaje de coordenadas frenéticas, al que también se unió un joven -que nadie supo cómo- logró navegar por encima de la marea humana montado en un bote hinchable.

Un cielo de láseres acompasadamente entretejidos agudizó el embrujo general y propulsó al público hacia una hipnosis de tonalidadades lisérgicas.

Tras los primeros temas de ritmo jamaicano, una remezcla de la célebre canción “First of the year (equinox)”, Skrillex hizo despegar del césped a la multitud que admiraba el espectáculo en un gigantesco escenario, uno de los seis que jalonan el recinto del festival.   El espectáculo de este sábado alternó el pulso electro house con los ritmos jamaicanos de su último álbum, que se sumaron a las ya conocidas vibraciones poshardcore, las cacofonías polirítmicas y los latidos dubpstep, que desde hace unos años son sinónimo de la marca Skrillex.

El californiano sorprendió a los asistentes con inesperados guiños a bandas tan dispares como Sum 41, Swedish House Mafia o Justice, que por un momento descolocaron a los oídos más atentos del festival.   Con “Bangarang” y “Cinema”, dos de los sencillos más populares de su repertorio, Skrillex puso fin a un concierto que despertó la noche santiaguina y dejó a 60.000 espectadores con ganas de 24 horas más de fiesta. EFE

Publicaciones Relacionadas

Más leídas