Las cápsulas fueron extraídas en el Instituto Nacional de Patología Forense, donde fue llevado por miembros del Departamento de Investigación de Homicidios y de la de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD).
Los restos son mantenidos en Patología Forense, a la espera de que sean reclamados por los deudos de la mula, la que se dijo tenía en su estómago también una envoltura de una de las cápsulas.
Todo indica que cuando esa mujer ingería la droga, en un lugar no especificado, sufrió un percance y quienes la patrocinaban se vieron obligados a deshacerse del cadáver, dijo Roberto Lebrón, vocero de la entidad.
El cadáver fue encontrado el primero de este mes frente a la planta termoeléctrica Palamara.
Era una mujer de tez blanca y ojos azules. No se ha podido determinar su nacionalidad, pero confió en que en cualquier momento los investigadores policiales y los agentes de la DNCD tengan más datos.
Lebrón dijo que parece que se le explotó una de las cápsulas, provocando su muerte.
No identificada
La mula, quien tenía menos de 50 años, no había sido ser identificada por las autoridades. El cadáver estaba cubierto por una sábana y las autoridades presumen que fue llevada allí desde un lugar cercano.