Hoy 
Ante los nuevos desafíos de los traficantes de drogas, expresados en el tumbe de Azua y la lluvia de cocaína en la zona de Samaná, la Dirección Nacional de Control de Drogas responderá reforzando la lucha, en los próximos días, contra el microtráfico. El objetivo será erradicar todos los puntos de venta en la Capital y localidades del interior. Así lo declaró anoche a la prensa el presidente de la DNCD, mayor general Gilberto Delgado Valdez, al término de una reunión con el Presidente Leonel Fernández.
El presidente Leonel Fernández se reunió ayer con el presidente de la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), mayor general Gilberto Delgado Valdez, quien a su salida del encuentro calificó de preocupante la violencia generada en la región Sur por los tumbes.
Dijo que en la zona se ha instaurado un sistema de narcodelincuencia y que las personas que se dedican a dar tumbes trafican con drogas falsificadas, lo que al final genera hechos violentos y asesinatos.
Aunque definió como rutinario el encuentro con el jefe de Estado, su visita a la casa de Gobierno se produce en momentos en que el bombardeo de drogas se ha incrementado en varios puntos del país.
El más reciente golpe al narcotráfico se produjo en la zona de Samaná, donde fueron decomisados 518 kilos de cocaína.
Personas incautas van a esa zona, creyendo que van a encontrar drogas y lo que le venden son tumbes, porque quienes les ofrecen las drogas los atracan y por eso hay violencia, precisó.
No obstante, el presidente de la DNCD garantizó que los agentes de ese organismo y de las Fuerzas Armadas tienen un frente definido contra el tráfico de drogas. Reveló que en los próximos días reforzarán la lucha contra el microtráfico, con el objetivo de erradicar todos los puntos de venta en la Capital y localidades del interior. Admitió que continúan los bombardeos de drogas por las playas, pero que las autoridades responden ocupando las drogas y que las Fuerzas Armadas y la DNCD se mantienen alertas.
Delgado Valdez habló con periodistas tras reunirse con el presidente Fernández, con quien dijo, trató varios aspectos relacionados al decomiso y quema de drogas.
Comisión investiga nexos en Santiago
La Comisión que investiga el tumbe ocurrido en La Bombita de Azua interrogó ayer a los apresados por el hecho y otras personas con las que busca establecer las conectividades que podrían existir en la supuesta red con Santiago.
Entre los interrogados está el raso Luis Manuel Collado Cruz, de la Policía, quien había admitido en interrogatorios anteriores que se trasladó desde Santiago a comprar drogas en las cercanías de La Bombita, y el teniente Alberto Segura, quien se desempeñaba como jefe del destacamento policial del lugar en el que fueron asesinados el pasado 30 de julio Orlando Burgos Mejía, el sargento Israel Pérez Sánchez y Santo Matías Beltré (Fredin).
Mientras, el Tribunal de Atención Permanente de Azua aplazó para hoy el conocimiento de la medida de coerción solicitada contra Santana y el miércoles se conocerá la audiencia sobre la declaratoria de complejidad del caso.
En breves declaraciones, Pérez Sánchez proclamó su inocencia y dijo que fue al lugar de los hechos luego de ser requerido por sus superiores. Sostuvo que no disparó su arma y desconoce por qué se le implica en el proceso.
Imperaba desorden
Residentes en Azua afirmaron que ciertamente los agentes policiales que estaban de puesto en esa provincia se manejaban según sus intereses y cobrando peaje a narcotraficantes que aun operan allí. Citaron las zonas de Los Jovillos, Las Barías, Ansonia y Rosario como los lugares más temidos de la provincia por el auge del narcotráfico y como los lugares a los que la dotación policial que hoy es investigada no entraba.
Aseguran que tal y como afirmó el senador por Peravia, Wilton Guerrero, el desorden imperaba en Azua de manera tal que las personas ya estaban acostumbradas a eso. Mencionaron la muerte de un joven apodado Chocolate, supuestamente hermano de un agente policial, que hace unos meses fue asesinado en una acción ligada al narcotráfico.
