DNCD trata recuperar confianza población

<p>DNCD trata recuperar confianza población</p>

POR ELIAS RUIZ MATUK
Para llevar a cabo una gerencia administrativa que sea compatible con los cánones morales de la sociedad, en una institución cuyos miembros son militares y civiles, el presidente de la Dirección  Nacional de Control de Drogas (DNCD) trata de recuperar la confianza en la población para que colabore en la lucha contra las drogas, llevando a cabo una reingeniería que ha conllevado incluso al cambio de color y el logo de la institución.

Por lo menos 700 miembros han sido cancelados de la DNCD, doce de ellos militares, debido a su connivencia con el narcotráfico, negligencia en sus acciones o porque “no observaron la conducta que debieron” en la ejecución de un allanamiento en el que se “dejaron llevar” por la ambición de los recursos que han visto en la casa de un narcotraficante.

El mayor general Rafael Radhamés Ramírez Ferreira, entrevistado en su despacho por este diario, habló sobre el trabajo que viene realizando en el organismo antinarcóticos desde que fue designado el 17 de agosto de 2006.

Ramírez Ferreira tiene entres sus objetivos, llevar a cabo una reformulación de la DNCD, que le permita una institucionalidad que traspase los cambios de gobiernos y partidos políticos, y que sus miembros, jóvenes bachilleres, sean formados para hacer una carrera de “Inteligencia Operativa” que les permita escalar hasta llegar a ser jefes de departamentos y hasta directores del organismo.

PERSONAL DNCD
Sobre los resultados de su gestión en la DNCD, Ramírez Ferreira considera que cada cual tiene su forma de trabajo y basado en eso se espera un resultado en determinado tiempo. 

“Esto no es más que gerencia y hay gerentes permisivos, que permiten que sus empleados hagan el trabajo de una manera desganada, con negligencia o sin entusiasmo, lo que conlleva a una serie de deficiencias que van aumentando con el tiempo”

Entiende que como gerente de la DNCD, le gusta ver resultados del sacrificio que se lleva a cabo. Dijo que al llegar a la institución se encontró con un personal que  se estaba quedando atrás y no se ponía entusiasmo, “por lo que procedimos a hacer cambios, muchas veces radicales, como en la Zona Oriental”.

INVOLUCRAMIENTO
Con relación al involucramiento de los miembros de la DNCD, Ramírez Ferreira explicó que muchos de los agentes fueron cancelados porque estaban en contubernio, “y era sabido de todo el mundo”, con los puntos de drogas, en los que recibían dádivas.

Sin embargo, considera que estos casos  fueron los mínimos. Aún así no le templó el pulso para cancelarlos y algunos de ellos someterlos a la justicia.  “Porque  el problema radica en que muchas veces nosotros como militares no tenemos las pruebas para sustentar el caso ante un tribunal, pero nuestro reglamento nos da la facultad de poder sancionar esa falta, simplemente con  los indicios de que disponemos”.

Dijo que hay que resaltar el apoyo que ha recibido del secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general Ramón Antonio Aquino García, quien cada vez que se solicita la cancelación o baja de un soldado, contrario a cuestionar, le anima a seguir con el trabajo que lleva a cabo en la DNCD. Señaló que los miembros cancelados de la DNCD  no han sido sometidos, porque no existe la sustentación para llevarlos a los tribunales.

PELIGRO MORAL
Explicó que la DNCD trabaja con dos tipos de peligro; el primero es el físico, al que se han visto sometidos en las últimas semanas dado que sus miembros han sido recibidos a tiros en varios operativos, “pero también nos encontramos con otro ataque, que es el moral”.

Dijo que sus miembros hacen un allanamiento y se encuentran con recursos que tientan. Puso como ejemplo dos miembros femeninos que fueron cancelados, porque “no observaron la conducta que debieron observar como miembros de esta institución y tuvimos que proceder a darles de baja”.

“Eso fue lo que pasó en  este caso en que esas miembros vieron algo que les llamó la atención y se les  flojo la moral, quisieron tomar algo que no era suyo y nosotros procedimos en consecuencia”. “Ese es un acto que no vamos a aceptar de ninguna manera, ni de nadie”, acotó.

Ante la tentación de los narcotraficantes a los miembros de la DNCD, Ramírez Ferreira dijo que  lleva acabo a diario una prédica constante, de no permitir que donde haya un miembro de la DNCD en cualquier población del país y que haya movimiento de droga, que lo reporte. “Si la ciudadanía lo sabe, si alguien lo sabe, lo tiene que saber el miembro de la DNCD. Porque no hay razón lógica para que no lo sepa. Por negligencia o ineptitud o por haber sido tentado por los narcotraficantes”.

Dijo que lleva a cabo un monitoreo constante para saber cómo se está manifestando el problema de las drogas en los diferentes sectores del país y eso “nos da una idea de dónde estamos flaqueando. Y hacia ese lugar se enfoca la unidad de Asuntos Internos, que dicho sea de paso ha sido muy efectiva y está haciendo un trabajo excelente”.

OBJETIVOS Y PERSPECTIVAS
Ramírez Ferreira dijo que el motivo principal que le mueve es contar con una institución fuerte, bien organizada, mejor equipada y formada por hombres y mujeres honestos y que se conviertan en un paradigma para las demás instituciones públicas o privadas.

En ese tenor y basado en a la reingeniería organizacional, actualmente ha graduado “un grupo de unos cincuenta muchachos” con la finalidad de que hagan carrera dentro de la DNCD.

De esos jóvenes puede salir hasta el propio director del organismo antinarcóticos, si hacen carrera dentro de la DNCD, “como se hace en muchas partes organizadas del mundo, donde las instituciones especializadas están compuestas por personas civiles que hacen carrera como cualquier otra”.

Otro grupo de muchachos, bachilleres, entrarán a formarse en inteligencia operativa dentro de la DNCD a fin de prepararse y hacerse profesionales en contra de las drogas, indicó.

El presidente de la DNCD dijo que para mantener la institucionalidad dentro de la entidad habrá una serie de escalafones de distintos rangos en la que esos jóvenes, de aspirantes pasarán a ser agentes “y así irán escalando de acuerdo a su sacrificio y capacidad que vayan adquiriendo hasta llegar a lo máximo del escalafón establecido en la nueva reingeniería, en la que pueden llegar a ser jefes de departamentos, investigaciones y hasta director de la DNCD”.

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