Las fricciones entre el Ministerio Público, la Policía Nacional y la Dirección Nacional de Control de Drogas (DNCD), a raíz del asesinato de un hombre vinculado al narcotraficante José David Figueroa Agosto, tuvieron ayer un nuevo episodio con la decisión de la Policía de notificar el suceso a la Fiscalía del Distrito Nacional con más de 30 horas de retraso.
De acuerdo a una fuente, extraña que la PN no reportara a tiempo el crimen de 13 balazos de Omar Ramón Antigua Polanco a pesar de que sabía que el Ministerio Público perseguía a este prófugo por ser el supuesto lugarteniente de Figueroa Agosto, desde el momento en que abrió la investigación del caso.
Trascendió ayer que hay pugnas entre el jefe de la Policía, mayor general Rafael Guzmán Fermín; el procurador general Radhamés Jiménez Peña, el presidente de la DNCD, general Rolando Rosado, y el fiscal Alejandro Moscoso Segarra.
Sicarios. Las autoridades no descartan que un comando de la muerte se haya dedicado a aniquilar y con esto acallar, a todas las personas que tuvieron vínculos con Figueroa Agosto, más allá del lavado de activo y todas los tipos de relaciones íntimas.
Alguien divulga. Además, se ha perdido la confidencialidad de la investigación en torno a Figueroa Agosto y sus cómplices, ya que los nombres de los testaferros que sólo deben saberlos las autoridades, los conocen instancias fuera del Ministerio Público, la Policía y la DNCD. La pregunta que no tiene respuesta ahora es ¿quiénes se protegen con las muertes de los testaferros de Figuera Agosto?