MANUEL MORA SERRANO
Recientemente se han reimpreso dos libros, uno sobre Domingo Moreno Jimenes, la biografía clásica de José Rafael Lantigua en su 5ta. edición, algo insólito en su género; y el otro sobre el movimiento en sí, con el ambicioso y escueto título de “El Postumismo” de la autoría de un joven profesor de la UASD, Bergson Rosario, que ha visto la segunda, corregida y aumentada.

La edición de Lantigua tiene 234 pp., impresa en Editora Búho, noviembre 2006, aumentada y corregida, sin que tal cosa se haga constar.

En cuanto al libro de Rosario, de 126 pp., impreso también por Búho, con una pequeña antología de diez poetas postumistas, contiene una necia advertencia que no cabe en un libro sobre historia: “Se prohíbe la reproducción parcial o total por cualquier medio electrónico o gráfico.” Es absurdo que se prohíba citar un libro lleno de citas ajenas y porque, precisamente, cualquier crítica o comentario violaría ese cintillo de privacidad. Haremos caso omiso de esa necedad.

Pues bien, en el de Lantigua, que es la única biografía autorizada por los familiares de Moreno, se dice que el poeta nació en esta ciudad, y en la página 25 se critica el aserto de Manuel Rueda de que había nacido en Santiago de los Caballeros, donde los padres de Moreno nunca vivieron juntos. Lo que decimos lo hemos afirmado muchas veces apoyados en documentos auténticos. El acta de nacimiento de Domingo Segundo, que se encontraba en el Archivo General de la Nación (lugar que es un deleite visitar ahora por la limpieza, el rigor y la profesionalidad que allí se respira), pero que había dificultado a otros investigadores porque el infante no aparece como Domingo Moreno Jimenes, sino Moreno Hernández, el apellido de Rosenda su abuela materna, antes de que su madre, de acuerdo con Lantigua, fuera reconocida por su ilustre padre.

Dejamos para otra oportunidad el comentario del contenido de los dos libros y vamos a copiar, para ponerlos al servicio de los futuros historiadores de nuestra cultura, los dos documentos. Uno es la certificación del licenciado Pedro Julio Santiago, director general del Archivo el 21 de mayo de 1987, que en el Libro No. 18 del 1893-95, en el acta No. 216, folio 175 (E/123), se hizo constar que en “En la ciudad de Santo Domingo, a los cuatro (4) días del mes de agosto del año mil ochocientos noventicuatro (1894), ante mí Isidoro Pérez, Oficial Civil de la Parroquia Catedral, compareció el señor Domingo Moreno y expresó que el día siete (7) de enero del corriente año, dio a luz su esposa la señora María Josefa Hernández, un niño, hijo legítimo, a quien le puso el nombre de Domingo Segundo, siendo sus padrinos el señor Álvaro Logroño y la señora María Teresa Valencia, de todo lo que Certifico y doy fe”. Y el otro, su fe de bautismo, según la cual, en el libro No.42 de Bautismos de la Parroquia La Santa Yglesia Catedral, al folio 190, bajo el No.8 se encuentra una partida cuya copia textual dice: “En esta parroquia Mayor de la Sta. Yglesia Catedral de Sto. Domingo, el día cuatro de agosto de mil ochocientos noventa y cuatro. Yo el infrascrito Cura Interino de ella bauticé solemnemente a Domingo que nació el siete de enero del corriente año, hijo legítimo de Domingo Moreno y Josefa Hernández. Fueron sus padrinos Álvaro Logroño y Teresa Valencia a quienes advertí el parentesco espiritual y obligaciones. Doy fe. José Martínez Cárceles, No hay nota marginal.” Fue firmada el 11 del mes de mayo de 1987 por el Can. Ernesto E. Montás M. Vice Canciller de la Arquidiócesis de Santo Domingo.

Aunque aparece como Hernández, no hay dudas que se trata del mismo D. Moreno Jimenes, como firmó siempre y cuyo nombre literario nadie puede cambiar.

De este modo cooperamos con la verdad histórica y esperamos que los escritores criollos nunca se conformen con lo que otros digan, sino que investiguen, que hagan labor de campo y de archivo antes de citar. Si van a las fuentes podrán darse el lujo de corregir a ciertas “autoridades” que hubieran mentido por las razones que fuesen.