BAGDAD  AP  Dos coches bomba estallaron ayer en un área atestada de personas fuera de un banco estatal en Bagdad, matando a por lo menos 27 personas e hiriendo a más de cinco decenas, los ataques más recientes de una campaña en la que las milicias incrementan su actividad y aprovechan el estancamiento político luego de las elecciones del 7 de marzo. 

La fuerza de una de las explosiónes destruyó la fachada de vidrio del Banco de Comercio de Irak, de tres pisos, dejando expuestos escritorios y sillas.

La Policía y las autoridades de hospitales cercanos dijeron que el saldo de víctimas subió drásticamente luego que se hallaron más víctimas entre los escombros.

Los automóviles cargados de explosivos estallaron casi simultáneamente a unos cientos de metros entre sí, poco después de las 11 de la mañana, mientras había un gran número de personas en el área al inicio de la semana laboral. 

Entre los muertos estaban cuatro policías y dos mujeres, de acuerdo con las autoridades y fuentes de hospitales.

Las fuentes hablaron bajo la condición de no ser identificadas porque no estaban autorizadas a difundir información.

Los autos cargados de explosivos estaban estacionados a unos centenares de metros de una agencia del gobierno que emite tarjetas nacionales de identificación, un banco estatal y el edificio de la central telefónica.

La semana pasada, presuntos militantes de al-Qaida irrumpieron en el banco central y se enfrascaron en un tiroteo con fuerzas iraquíes de seguridad, en un choque que paralizó parte de la capital iraquí, además de que implantó el pánico a la población que se mantenía atenta a los hechos.