IRBIL, Irak (AP).- Por lo menos 56 personas murieron y 235 resultaron heridas cuando dos atacantes suicidas detonaron el domingo explosivos en forma simultánea dentro de las oficinas de partidos curdos rivales en el norte de Irak durante una festividad musulmana, dijeron funcionarios.

Un ministro curdo dijo que la cifra de muertos podría superar el centenar.

Se cree que es el primer ataque en que comandos suicidas amarran explosivos a su cuerpo y los hacen estallar en sitios concurridos, en lugar de usar vehículos. En ese sentido, los atentados del domingo recordaron a los que cometen combatientes palestinos en Israel.

También el domingo, unos 20 iraquíes murieron al estallar un depósito de municiones en la región centro-sur de Irak, dijo un vocero de la fuerza internacional de paz encabezada por Polonia.

La explosión ocurrió después de la medianoche a unos 180 kilómetros al suroeste de Karbala, cuando iraquíes ingresaron al depósito, dijo el coronel Robert Strzelecki, vocero militar de la fuerza multinacional, a la agencia noticiosa polaca PAP. Karbala se halla a unos 100 kilómetros al suroeste de Bagdad. Voceros del ejército de Estados Unidos dijeron que inicialmente no tenían información sobre la explosión.

Los ataques a las oficinas en Irbil del Partido Democrático de Curdistán y de la Unión Patriótica de Curdistán ocurrieron cuando dirigentes de esas agrupaciones políticas estaban recibiendo a centenares de visitantes para celebrar el inicio de la festividad musulmana de Eid Al-Adha, o Ceremonia del Sacrificio.

Los dos partidos rivales controlan las provincias dominadas por los curdos en la parte septentrional del país, una región rica en petróleo.

Entre los fallecidos se encontraba el gobernador de la región, varios ministros de la administración local, y prominentes funcionarios, dijo a la AP Mohamed Ihsan, secretario regional curdo de derechos humanos.

El comando de Estados Unidos en Bagdad dijo que 56 personas habían muerto en Irbil, y que más de 200 resultaron heridas.

El director de la morgue de Irbil, Tawana Kareem, dijo a The Associated Press que 57 cadáveres habían sido llevados al lugar y que «las cifras están aumentando». Fuentes médicas dijeron que por lo menos 235 heridos fueron llevados a los tres hospitales de la ciudad.

«Estas cifras son tentativas, pero creo que unas 60 personas murieron en la Unión Patriótica del Curdistán y aproximadamente 80 en el Partido Democrático. Hay un número tremendo de heridos», informó Ihsan.

Aunque la cifra final de muertos no ha podido aún ser establecida, el ataque fue considerado un duro golpe al liderazgo político de la minoría curda en Irak, el sector más pro-estadounidense del país.

Entre los muertos figuran el gobernador de Irbil, Akram Mintik; el viceprimer ministro de la región, Sami Abdul Raman; el jefe de gabinete, Shawkat Sheik Yazdin y el ministro de Agricultura Saad Abdula. Irbil se halla a unos 320 kilómetros al norte de la capital, Bagdad.

Mintik y Raman se encontraban en el edificio del Partido Democrático del Curdistán a las 10.45, cuando sobrevino el primer ataque, dijo un funcionario del grupo político, Mohamed Munif.

Añadió que los dirigentes saludaban a la gente cuando el atacante se les acercó y detonó los explosivos que llevaba amarrados al cuerpo.

El segundo ataque ocurrió casi al mismo tiempo, dentro de la oficina de la Unión Patriótica del Curdistán, en el otro extremo de la ciudad, dijo el portavoz Kadim Alí.

Las explosiones se registran en momentos en que dirigentes curdos presionan para retener o inclusive expandir la región autónoma en el norte, en caso de que surja un gobierno soberano en Irak. La exigencia ha causado tensiones con los sunitas en el centro de Irak. Saddam Hussein era miembro de esa minoría religiosa.

El último atentado de importancia en Irbil, donde está situado el parlamento curdo, ocurrió el 24 de diciembre, cuando un atacante suicida hizo estallar un vehículo cargado de explosivos frente al Ministerio del Interior curdo, matando a cuatro civiles e hiriendo a 101.

Los ataques coinciden con la visita a Bagdad del subsecretario de Defensa de Estados Unidos Paul Wolfowitz, quien llegó el sábado para levantar la moral de los soldados. La vez anterior que Wolfowitz visitó Irak con el mismo motivo, el 26 de octubre, fueron lanzados varios cohetes contra el hotel al Rashid donde se alojaba. Un coronel estadounidense murió y otras 18 personas resultaron heridas.

Funcionarios estadounidenses habían dicho que esperaban una posible intensificación de la violencia durante la festividad. El año pasado, en el comienzo del mes islámico de ayuno del Ramadán, se incrementó el número de ataques contra la coalición encabezada por Estados Unidos y sus aliados iraquíes.

Los atentados ocurrieron un día después que un vehículo cargado de explosivos estalló frente a un cuartel policial en la ciudad septentrional de Mosul, matando a nueve personas e hiriendo a otras 45.