Doble culpabilidad

Doble culpabilidad

Se dice que nuestro país tiene un régimen “presidencialista” y eso hace tan fervorosa la campaña para elegir al presidente. Detrás de él están los decretos o designaciones en ministerios e instituciones descentralizadas del gobierno y parecería que los otros poderes (legislativo, judicial y municipal) se empequeñecen o parasitan a su alrededor.

Por lo anterior también se ha hecho costumbre atribuir a los presidentes la culpabilidad de las miserias y problemas nacionales. Si objetivamente hay un solo poder, consecuentemente hay un solo culpable.

Sectores institucionalistas reclaman el cambio de esa situación para que los demás poderes asuman sus roles con energía e independencia y la maquinaria estatal funcione por etapas, donde lo primero sean las leyes, luego cumplimiento de las mismas y aplicar el peso de la justicia sin trabas.

Con victorias electorales sucesivas, presidenciales, municipales y legislativas, tanto el Partido Revolucionario Dominicano como el Partido de la Liberación Dominicana han tenido plenos poderes otorgados por el voto popular y ambos han dejado al pueblo sin pito y sin flauta en sus fiestas con el presupuesto nacional; no han aprovechado el privilegio de tenerlo todo bajo control para legislar y gobernar con eficiencia. No tienen moral para quejarse de haber tenido un Congreso en contra o los municipios en manos de sus adversarios. Ya no se trata de que el presidente gobierne como un dictador; se trata de representantes de partidos con todo a su favor para gobernar bien y no lo han hecho. Esos los hace doblemente culpables y terriblemente despreciables. La soberanía popular expresada en las urnas tiene un límite de equivocaciones y como dice el adagio: “La tercera es la vencida”. 

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