Doble sin matinée

Doble sin matinée

POR MARIVELL CONTRERAS
Un poco tarde, sí, pero a tiempo, pudimos disfrutar de dos largometrajes hechos por jóvenes dominicanos de mucho talento, César Gautreaux y Carlos Placencia.

Conocía a Gautreaux de muchos años, cogimos juntos la pela del canal 4, en esa época en que Georgi Rodríguez administraba con espíritu de empresa solvente y privada y que en consecuencia –gracias también  a los equipos recién donados por los japoneses 1993–, la pela no era tan dolorosa.

Así, que encontrarme con él en la entrega de las nominaciones de El Casandrita, o sea la entrega de medallas de Acroarte, con una en el pecho y la cara y el corazón hecho ilusiones, no pude más que unirme a su alegría y, como no, planificar un encuentro para ver su visión del “Tercer Mundo”.

Fue el propio César Gautreaux quien trajo a nosotros a Carlos Placencia, jovencísimo cineasta jarabacoeño, nominado también en la misma categoría con su película “La Cortina del Palacio”.

En medio de la búsqueda de las indumentarias y los dimes y diretes de “La Cárcel de la Victoria”, nos dedicamos a la labor productiva de poner a disposición del público ambos trabajos en un espacio abierto como lo es el Bulevar 27.

Le pusimos Bule Cine y nos sentímos felices porque la gente acudió a apoyar ambas producciones de factura independiente y bajísimo presupuesto.  Eso sí, ambas de una altísima calidad y con una creatividad merecedoras de respeto y de atención.

Vimos con agrado como la gente acudió a ocupar las sillas del pequeño cine forum, desde las poetas Angela y Taty Hernández hasta el cineasta y dramaturgo Angel Haché.

EL TERCER MUNDO

Vimos primero “Tercer Mundo”, un largometraje en el que César Gautreaux hace cine político y social con historias de amor y de amistad de fondo.  Esta película que trata del afán de marcharse del país que tienen los dominicanos y del afán de regresar para encontrarse con que en este lado continuamos con las mismas miserias, apagones, injusticias, sobornos, violencia, etc.

Es una película basada en hechos reales de las que nos impresionó el inicio con el niño que hacía pasar los años con titulares de periódicos y aspecto de canillita y la que consideramos como una mirada objetiva, pero pesimista de la vida en sentido general.

Debió en algunos momentos contar menos y darle un poco más de suspense y lenguaje de transición menos obvio. Algunas actuaciones buenas y originalidad en el guión hicieron de “Tercer Mundo” un primer y firme paso en la carrera de cineasta de César Gautreaux.  Felicidades.

LA CORTINA DEL PALACIO

Tras la anterior, empezamos a ver “La Cortina del Palacio”, del joven cineasta Carlos Plancencia.  Esta película, que ya ha sido vista como la otra en algunos festivales de cine, inclusive en Columbia University, tiene la peculiaridad de que fue grabada completamente en Jarabacoa.

Toda la exhuberancia de esta hermosa y alpina comarca está en el trasfondo de una historia de amor de verano entre adolescentes que se conocen desde niños.

Un lenguaje muy natural y propio de esa zona del país.  Los vocablos que usan los jóvenes y el uso continuo de la i daba mayor veracidad a esta historia que transcurre en la sencillez de la vida campesina y los pequeños enredos familiares.

Una de las características de esta película es que los actores que participaron no eran ninguno profesionales y sin embargo dieron actuaciones memorables.

La historia de amor juvenil tomó visos de drama con la supuesta condición de hechicera de la madrastra de la niña que está de vacaciones y que añade realismo mágico religioso a lo que cuenta.

Finalmente la historia, que entretiene tanto en lo visual como en su contenido, termina de una forma inesperada, desmintiendo todo lo que habíamos visto antes como si los espectadores también fuéramos parte de la magia de “La Cortina del Palacio”.

Publicaciones Relacionadas

Más leídas