Otra de las singulares residencias de dos niveles que tiene la ciudad de Santiago es la situada en la calle Máximo Gómez esquina Sully Bonelli, y digo singular por su curiosa estructura levantada a un metro de altura.

Su fachada presenta una galería con un cuerpo central formado por  dos arcos de medio punto de marco con bordes curvados. Lo curioso es que en cada lado se puede apreciar un doble arco pequeño más bajito, que es gemelo,  formado por un par de curvas o arcos que se unen; éstas  están divididas por una columna de cuerpo retorcido, y arriba tienen dobles molduras que paralelamente dejan un hueco.

Le continúa en el lado sur un cuerpo que sobresaliendo hacia delante forma esquina interna, cuyo frente presenta una ventana con tragaluz y un techo triangular con tejas, en cambio, el que dobla tiene una ventana igual, pero con un alero triangular de tejas sostenido por una columna dórica.

A esta loggia (galería o pórtico abierto integramente por al menos uno de sus lados y sostenido por columnas y arcos) en el lateral norte se le une un cuerpo más introducido  que tiene otra más pequeña de esquina con un sólo arco, la cual en los lados tiene un farol y una escalinata de seis peldaños que sirve de entrada a la vivienda. En el lateral que dobla hay otro arco igual con una ventana cuya parte superior presenta un techo triangular cubierto de tejas, al que le sigue un segundo cuerpo con tragaluces y ventanas. Además, atrás -agregados- están partes de los otros niveles de ese lateral con el mismo tipo de  ventanas.

El techo del primer nivel presenta un borde frontal  decorado formado por una hilera de gruesas molduras curvas, el cual es la parte superior de una larga baranda compacta que en el alto bordea el frente que pertenece al segundo nivel, siendo ese remate su superficie, en cuyo fondo  se observa dos puertas arqueadas con tragaluces de  solamente cuatro vidrios. Las puertas están lateralmente divididas por otras dos ventanas normales, pero con tragaluces cuadrados, en cuya parte arriba le continúa una corta marquesina.

Más arriba, en la pared frontal, aparece una ancha cavidad  redonda que sirve para dar entrada de aire al interior de la vivienda, y que está cerrada por seis barras de hierro cruzadas. Esta pared, en el remate, presenta un techo cubierto de tejas de dos aguas.

Delante, esta residencia  presenta un corto jardín  cercado con rejas separadas por gruesos bloques rectangulares formados por piedras talladas que terminan, en la parte superior, en forma cóncava, como de hongo.