PUERTO PRINCIPE, Haití (AP).- Se escuchaban disparos el jueves en la capital haitiana, un día después de que al menos 12 personas murieran y muchas más quedaran heridas durante una visita del secretario de Estado norteamericano Colin Powell para promover la democracia y detener el derramamiento de sangre.

   Trabajadores municipales arrastraron el cadáver acribillado del jardinero James Hipolite, de 24 años, el jueves por la mañana para bajarlo de las escalinatas de un monumento ubicado frente al Palacio Nacional.

   Los testigos dijeron que el hombre fue baleado el miércoles cuando soldados de la ONU abrieron fuego en respuesta a un tiroteo cerca del palacio, en momentos en que Powell se reunía con Gerard Latortue, primer ministro interino de Haití.

   El monumento perforado por las balas, que honra al líder de la independencia Jean Jacques Dessalines, está ubicado frente al palacio, al otro lado de la calle. Las fuerzas de paz de la ONU no hicieron comentarios.

   «¨La situación de seguridad? No existe»», afirmó Ulrich Balthazar, un guardia en el Parque Independencia, que dijo haber sido testigo del tiroteo del miércoles. «Estamos exigiendo que Latortue se vaya porque no puede conducir al país. Necesitamos a alguien competente»».

   El ahora mandatario fue nombrado para encabezar un gobierno interino apoyado por Estados Unidos, después de una rebelión de tres semanas que provocó que el presidente Jean Bertrand Aristide huyera del país el 29 de febrero.

   A pesar de los disparos esporádicos el jueves que provocaron al menos tres heridos en distintas partes de la capital, los comerciantes salieron a las calles y los negocios funcionaban normalmente. Las fuerzas de paz de la ONU patrullaban las calles a pie y en vehículos.

   «Tienen que enfrentar con la fuerza a esos individuos armados como los que estaban disparando esta mañana»», dijo Powell el miércoles por la noche después de reunirse en el Palacio Nacional con los gobernantes haitianos.

   Siete internos fueron asesinados ese mismo día al tiempo que Powell salía del país, dijo Fritzner Pierre, director de la prisión. Armados con cuchillos y piedras, los internos intentaron ponerse en libertad mientras pistoleros le disparaban al penal desde el exterior, dijo Pierre, que cree que la violencia ocurrió como reacción a información filtrada de que los directivos de la prisión planeaban transferir a algunos internos.

   Indicó que los presos asesinados murieron a manos de otros internos, por haberse negado a apoyarlos con su plan. Muchos prisioneros son miembros del gobierno de Aristide, pero hasta el momento se desconoce su identidad.