Doctor Darío Contreras

Doctor Darío Contreras

Posiblemente, más de la mitad de los pobladores de Santo Domingo han oído hablar del “Darío”, o bien, del Hospital “Doctor Darío Contreras”, el centro especializado en trauma que está en la parte oriental de la ciudad. Pero, ¿quién fue ese doctor cuyo nombre lleva este hospital?

El Dr. Darío Contreras nace un día de noviembre del año 1879,  y luego de cumplir sus 94 años muere en 1973, tras estar interno en el Hospital que llevaba su nombre.

Su licenciatura en Medicina y Cirugía la obtuvo con la tesis “Tratamiento del Chancro Blando” en el 1900. Posteriormente se traslada a París y allí recibe su título de Doctor en Medicina en 1914, donde estudia Cirugía y Ginecología junto a los profesores doctores Pozzi, Faure, Marion y Cosset.

Era un hombre de fuertes sentimientos nacionales y de recio carácter, y  a quien definía el doctor Rafael Miranda como “Infatigable como el más joven y activo como el más fuerte”. Una anécdota de su talante la tenemos relatada por el Doctor Joaquín Balaguer, quien contaba que en una reunión en París, en la que participaba el líder colombiano José María Vargas Vila, este último se refirió a la República Dominicana en fuertes términos despectivos como tierra de tiranos y dictadores, y al oirlo el Doctor Contreras le responde con un reto a duelo de pistolas para con ello defender el honor de su patria, lo que motiva las excusas de Vargas Vila ante esa reacción patriótica. Otro ejemplo de su gran personalidad la encontramos en 1935, cuando el doctor Darío Contreras se niega a firmar un documento en el que se pedía que la ciudad de Santo Domingo se pasara a llamar Ciudad Trujillo, lo que le ocasiona durante años un aislamiento social.

El Dr. Contreras había ejercido en Santiago y otras ciudades del norte del país, y luego de múltiples intervenciones a domicilio, como era la costumbre de la época, funda la Clínica Altagracia en la ciudad de Santiago.  Posteriormente se traslada a Santo Domingo, donde labora tanto en centros públicos como en privados. Ocupó numerosos cargos en la Administración Pública: Cirujano del Hospital San Rafael, Santiago, 1924; Médico Legista del Distrito Judicial de Santiago de los Caballeros; Director del Hospital Padre Billini, Santo Domingo, 1942-1943; Ministro de Sanidad, 1941-1943;  Diputado al Congreso Nacional y Senador de la República; así como también Ministro Consejero de la Embajada Dominicana en Washington, 1949-1951, entre otros cargos. Durante su paso por los cargos de la administración pública se manejó con honradez extrema y con el claro interés de dar a todos los actores del área de la salud una posición y unos salarios dignos, como muestra su gran preocupación al ocupar el ministerio de Sanidad de subir el sueldo de las enfermeras.

Por las vueltas de la vida, en  1942 el tirano Rafael Trujillo sufre una terrible infección que pone su vida en estado de gran urgencia y que por temor a una complicación nadie se atrevía a operar. En ese momento llaman al Dr. Contreras, quien sin dudar le interviene y le salva, ganando así de nuevo la confianza del tirano y su entorno. En esa ocasión se refiere otra anécdota que retrata su carácter y es que antes de iniciar la cirugía a Trujillo, los hermanos de éste se le acercan para cuestionarlo y presionarlo, preguntándole que si sabía lo que pasaba si se moría el paciente, a lo que él respondió: “a los cinco días hiede”.

Ingresó a la Universidad de Santo Domingo mediante decreto del Presidente de la República Manuel de Jesús Troncoso de la Concha, de fecha 13 de noviembre de 1940 e impartió las cátedras de Semiología Quirúrgica, Clínica Quirúrgica y Patología Quirúrgica. Durante su vida académica se preocupó por la adecuada formación de los estudiantes tanto en los aspectos teóricos como en lo práctico.

Luego de la muerte de Trujillo, muchos ciudadanos se referían a él como el médico que salvó al tirano, lo que le trajo múltiples inconvenientes en su vida. El Dr. Zaglul relata que el Dr. Darío Contreras se apenaba de que, para muchos, ese acto médico hubiera sido lo único importante en su vida. Este gran cirujano, eminente médico y dedicado patriota, murió en la pobreza.

Por sus grandes aportes a la Medicina Dominicana y por su honestidad, cuando pasemos frente al “Darío” o cuando alguien mencione ese hospital, bien pudiéramos dedicarle un pensamiento de gratitud y orgullo, por haber sido ejemplo de dignidad, dominicanidad, decoro y capacidad profesional el Dr. Darío Contreras.

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