Doctor George Hazoury
Hay que humanizar la práctica de la  medicina

<STRONG>Doctor George Hazoury</STRONG> <BR>Hay que humanizar la práctica de la  medicina

Este eminente gastroenterólogo afirma que en el país hace falta la humanización del ejercicio de la medicina. Para lograrlo, dice, es necesario dejar el mercurialismo y el consumismo.

A las diez de la mañana la oficina del doctor George Hazoury parece un baño turco. No hay luz, como de ordinario en medio de la crisis eléctrica que afecta al país. Para mitigar la incomodidad del ambiente, él abre las ventanas y luego deja pasar a la primera de sus pacientes… una señora llamada nostalgia.

Es que este maestro de la medicina, jubilado ya en el oficio, se resiste a la idea de dar por terminada una rutina de más de 40 años: entrar y salir de un consultorio en el que atendió a cientos de pacientes que requirieron sus servicios de gastroenterología.

 Aunque se percibe un poco asustado porque tiene que hablar de unos méritos que prefiere guardar en el anonimato, mencionar sus estudios en la Universidad de Madrid le da el empuje que necesita para contar sus inicios en la medicina, sus atrevimientos en en el hospital Salvador B. Gautier, y su desaliento por una práctica médica que se deja acorralar por el consumismo.

Hazoury hizo estudios de post grado en gastroenterología en la Universidad de Madrid, graduándose en  el año 1953. A su regreso  ingresó al citado centro como médico asistente de gastroenterología, y luego lo designaron jefe de esa área en el 1959, puesto que ocupó hasta  1979.

La casuística.  Este especialista, oriundo de Barahona e hijo de una familia de comerciantes,  le hace reverencias al hospital Salvador B. Gautier cuando se refiere a los casos atendidos, a los estudios publicados y al rigor científico con que se trataban las enfermedades,  en una época en la que todavía se hacía una medicina muy rutinaria en el país.

 En ese centro, al que según Hazoury el dictador Rafael Leonidas Trujillo le dio grandes facilidades económicas porque quería copiar  allí el sistema de seguridad social que se aplicaba en México, él hizo más de 10,000 biopsias de hígado,  instauró las discusiones quirúrgicas pre y post operatorias, y realizó decenas de investigaciones.

Pero nada de eso hubiese sido posible sin la colaboración de un equipo de médicos integrado por Emil Dehuari, Eduardo Alvarez, Orlando Mejía, Roberto Ravelo, Rafael Gautreux, “y que me perdonen los que mi memoria olvida”.

Hechos importantes.  El anecdotario en el   Salvador B. Gautier   es largo, pero destacan dos: conseguir  que  Trujillo dispusiera la compra de jeringuillas desechables, ante la existencia de una epidemia de hepatitis que se transmitía  a través de las jeriguillas reusables que se vendían  en la época, por lo que la causa del contagio era el propio centro de salud.

“Imagínate, decirle al jefe de Salud Pública que había una epidemia de hepatitis provocada por los hospitales no era tan fácil, porque entonces cualquier cosa se podía interpretar como una afrenta al régimen”.

La propagación de la  hepatitis comenzó a desaparecer porque se compraron jeringuillas desechables para todos los hospitales, dijo al destacar que eso pasó inadvertido  porque así tenía que ser.

Otro hito de su historia médica es el haberse acercado, desde la especulación, a las posibles causas de la úlcera péptica o del estómago.

En 1960  se atribuía la enfermedad al  estrés pero vinculado a la  clase intelectual y gerencial. Sin embargo, él le presentó un trabajo a una de las eminencias de la época, el doctor Bakus, sobre la incidencia del padecimiento en  la clase obrera de la República Dominicana.

A partir de su hallazgo planteó que podría existir un germen dentro del estómago que provocara las úlceras.

“Veinte años después de yo decir  eso  apareció el helicobacter pilori como causante de la enfermedad, y cuyo  descubridor ganó el premio nobel de medicina”.

Un hombre tímido.  En octubre pasado el doctor Hazoury recibió un homenaje durante el XVII Congreso Nacional de Gastroenterología, ya que esa actividad estuvo dedicada a él.

Apenas menciona los reconocimientos recibidos porque “el que me conoce cree que no soy yo el que estoy hablando, porque siempre he sido tímido, yo he sido un león en mis conferencias, en la profesión, en la enseñanza, fuera de ahí soy el tipo más pendejo y tímido que tú puedas conocer”.

“Además, desde chiquito yo siempre le tuve miedo al éxito, porque te acaban, si tienes una figura más o menos aceptable, rubito, blanquito, ojitos azules y sabes demasiado, eso no se tolera en esta sociedad, o tú te impones a base de tolete y te tienen que respetar, o te tienes que esconder porque entonces viene el tablazo”.

Por eso prefiere los espacios íntimos, la familia, los nietos, los libros…

Una práctica mercurial. Hazoury se queja del sentido mercurial de la práctica médica, lo que atribuye al consumismo indetenible.

En ese sentido planteó que  nunca se  ganó  miles de pesos  con un paciente en  estado de gravedad, “pero el consumismo no existía y es es modelo que ha comercializado la profesión”.

Esa actitud ha deshumanizado la  medicina con todo y las excepciones que hay, dijo este especialista que logró hacer buenos ahorros con la venta de algunas casas, pero que perdió parte de ese patrimonio “porque me lo robó uno de los bancos que quebraron en el país  en el año 2003”. 

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Publicaciones

Más de 15 investigaciones ha publicado el doctor Hazoury a partir de su práctica en el hospital Salvador B. Gautier, entre estas “La incidencia del adenocarcinoma del colon”, “El quimismo gástrico en la República Dominicana”, “La homorragia digestiva en el tracto superior” y “Observaciones sobre el portador asintomático del antígeno australiano en la República Dominicana”.

Conferencias

Entre las conferencias dictadas se citan “La fiebre ictero hemorrágica”, “Leptospirosis humana en Santo Domingo”, “El coma hepático”, “Enventración transdiafragmática del colon”, “Hemorragias gastrointesinales” y  “Conceptos actuales sobre la pancreatitis”.

Las claves

1.  Gremio politizado

 Hazoury se define como un academicista, como un abanderado de la ciencia, por eso lamenta que el gremio médico se haya politizado en perjuicio de la propia clase. El ejercicio político le ha hecho daño al gremialismo, dijo al destacar que cualquier individuo puede obtener un puesto en un hospital por coyunturas políticas, pero antes cada quien tenía que demostrar sus capacidades.

 2.  Rechaza la política

Porque se trata de un juego de perversidades, el doctor Hazoury   le huye a la política como el diablo a la cruz.

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