Fue de los pioneros dominicanos en el uso de la penicilina. Participó en la fundación de gremios médicos y en la creación del Centro Médico Nacional, hoy Centro Médico UCE. En más de una ocasión presidió la Asociación Dominicana de Obstetricia y Ginecología.
Pero la cualidad más sobresaliente en su vida ejemplar fue el servicio gratuito que ofreció a centenares de mujeres pobres que lo consultaban, además, en el hospital Padre Billini, las clínicas Doctor Mañón, Internacional, Abel González, Gómez Patiño, Abreu, Faxas (hoy Centro Médico Cardiovascular). Lo impulsaban sus sentimientos humanitarios.
Se desvelaba para atender a una paciente de parto y a veces, al terminar esa labor en horas de la madrugada, regresaba al hogar a pie.
Su hijo, Juan Guillermo, recuerda haberlo visto llegar “en la cola de un motor”, en ambulancia, en la cama de una camioneta o en un triciclo, porque no conducía y el chofer no dormía en la casa.
Durante la Revolución de Abril de 1965 le permitían entrar a la zona constitucionalista para asistir damas al dar a luz. Y en una ocasión logró, casi a la fuerza, que lo dejaran entrar a una embajada para traer al mundo al bebé de una asilada. Logró trasladarla al hospital.
Se trata del doctor Guillermo Maggiolo, reconocido, con una calle específica, por una resolución edilicia que no se ha ejecutado.
Sobre la vida del sensible profesional hablan sus hijos Juan Guillermo, médico internista, Luisa y Guillermina.
Como buen partero, su fama se extendió por el país y si las mujeres no podían viajar a la capital, él iba al interior en situaciones de emergencia.
Por esas excepcionales atenciones muchas madres, al escuchar el apellido de sus descendientes, preguntan y comentan: “¿Eres familia del doctor Maggiolo?”, “¡Mi hijo nació con él!”, o “¡él trajo a mi hija al mundo!”.
“Papá era de temperamento amable, muy cariñoso, recordaba los nombres de todas sus pacientes”, comentan.
La prole se sentía amada con ese padre inolvidable, detallista, que al participar en congresos internacionales retornaba cargado de regalos a la medida para Juan Guillermo, Luisa, Guillermina y para su esposa Ramona Ofelia Caridad.
Maggiolo procedía de familia italiana que dejó huellas heroicas en la historia nacional. Jean Baptiste y Giuseppe Maggiolo, marinos, pelearon en la batalla de Tortuguero. La Academia de la Marina de Guerra lleva el nombre de “Juan Bautista Maggiolo”, su bisabuelo, quien se estableció en Baní y casó con dominicana.
Su ejemplo.
Guillermina resume el ejemplo de su padre con la palabra amor; Juan Guillermo lo evoca cuando se graduó de médico y el papá le advirtió: “El consultorio es un lugar sagrado”, mientras que Luisa expresa: “Era honesto, responsable en su trabajo y en el hogar, era excelente, el mejor regalo que Dios pudo darnos”.
Exonerado.
Guillermo nació en Santo Domingo el 22 de julio de 1910, hijo de Eudocia Maggiolo Landestoy (Mamá Tina). Vivió en el barrio Santa Bárbara. Cursó estudios primarios en el colegio Santo Tomás y secundarios en la Escuela Superior de Bachilleres. Por sus notas brillantes fue exonerado del pago de inscripciones.
Estudió medicina en la Universidad Santo Tomás de Aquino y al graduarse trabajó diez años como director de Sala del hospital Padre Billini, labor que compartió con la de monitor en la facultad de Ciencias Médicas.
Realizó posgrado en obstetricia y ginecología en Baltimore. Allí ejerció su especialidad hasta 1942 cuando regresó a Santo Domingo.
En la calle “Emilio Prud-Homme frente a los bomberos” o en la Bolívar frente al zoológico, con el doctor Rogelio Mañón; en el Centro Médico Nacional, en el hospital Padre Billini, en partos normales o con cesárea, “se entregaba a su profesión en cuerpo y alma”.
En 1945 casó con Ramona Ofelia Caridad Brenes Rodríguez, de San Pedro de Macorís, madre de sus hijos Ofelia Guillermina, Luisa Josefina, Eudocia y Juan Guillermo Maggiolo Brenes. En 1966 acompañó al doctor Guarionex López Rodríguez y otros médicos para fundar el Centro Médico Nacional, hoy UCE.
Falleció en Santo Domingo el 26 de febrero de 1980.
La calle.
El médico Anastasio Silvestre Santana solicitó al Ayuntamiento del Distrito Nacional que la calle 12, de la urbanización Fernández, llevara el nombre del Doctor Guillermo Maggiolo. La petición fue complacida mediante resolución 122/95 del 21 de septiembre de 1995, disponiendo, además, que se efectuara la rotulación “en un acto especial”. La ordenanza no se ha cumplido.
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