Las lesiones por agresión sexual suelen ser letales, porque la vagina es un área muy vascularizada que produce abundante sangrado. Así lo consideró el doctor Víctor Calderón, ginecólogo obstetra con vasta experiencia en la salud de la mujer, que abordó el tema.
El acto sexual violento
El profesional dijo que los ginecólogos ven con frecuencia mujeres adultas con agresiones sexuales, en ocasiones son mujeres que tienen relaciones con hombres más jóvenes que usan sustancia y las laceran mucho.
Ese tipo de acto abusivo y salvaje daña la mucosa de la vagina y produce lesiones que provocan graves sangrados, pues el área es muy vascularizada, insistió Calderón, ex director de la maternidad San Lorenzo de Los Mina.
La joven Esmeralda Richiez tenía 16 años y habría sido abusada por su profesor hasta ocasionarle la muerte.
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En su experiencia, si hubiera recibido asistencia médica, si se le practicaba una reconstrucción, una transfusión de sangre habría salvado su vida, dijo Calderón. Esmeralda Richiez fue encontrada muerta en su habitación, en Higüey.
Los datos preliminares de la necropsia establecen que murió desgarrada tras ser sometida a una actividad sexual violenta.
Tanto Calderón como otros especialistas aseguran que son frecuentes los desgarros en casos de relaciones tempranas de niñas con personas adultas, violaciones, sexo salvaje y hasta malas posiciones al momento de la práctica sexual.
Según el Instituto Nacional de Ciencias Forenses (Inacif) la menor fue sometida a una actividad sexual violenta, que causó un sangrado, que desencadenó en un shock hipovolémico. El desgarro sucede cuando se produce la lesión de un tejido que, luego provoca un sangrado intenso.
Si la vagina es penetrada en forma violenta, falta lubricación de las paredes de la cavidad. Esa es la que es la que le permite al órgano tener cierta elasticidad, no sólo durante el coito sino también en el trabajo de parto, explica Calderón.