Transformación. Médico utiliza la medicina estética para ayudar a sus pacientes a recuperar la confianza y la autoestima

Especialista. Asegura que cuidar la salud física no solo previene o revierte daños sobre la salud física, sino también en la emocional. Llama a ser empáticos y no juzgar obesos

Rafael Santos Pelegrín, nació en una familia de diez médicos de diferentes especialidades. Desde que comenzó sus estudios de medicina supo que se dedicaría a la rama de la estética, “porque me gusta hacer la gente feliz”, afirma con plena seguridad.

Los motivos detrás de esta satisfacción declarada por este joven  profesional de la salud son numerosos, siendo la primera que la gente logra cambiar estilos de vida sin necesidad de pasar por el quirófano.
“Especialmente aquellas personas que por problemas hormonales no lograban bajar de peso”, dice. 

En su misión por  dedicarse a la medicina estética fundó el “RSP Centro de Medicina estética y Regenerativa”, que inicialmente era una pequeña estética, luego un  gimnasio y hoy en día es uno de los centros integrales para cuidado corporal más solicitado, a pesar de estar en la   Plaza Ciudad Real II, en la avenida República de Colombia, fuera del centro de la ciudad.

La clave del éxito.
   Su principal carta de presentación es la cercanía con sus pacientes y su disponibilidad. “Yo trabajo de lunes a sábados hasta que tenga pacientes”. Y es que el prestigio del doctor Santos Pelegrín,  ha sido otorgado  por sus propios pacientes. Los testimonios de los pacientes hablan en redes sociales hablan de su éxito y su posicionamiento dentro de esta rama de la medicina. “Sí, pero esto no ha sido fácil, es el resultado de muchos sacrificios, económicos, personales y familiares”, agrega.

 Y es que cuando decidió emprender con su clínica no tenía suficientes recursos para adquirir la tecnología necesaria para estos tipos de procedimientos.
“La mejor publicidad son los resultados que exhiben los pacientes, lograr que se mantengan y cambien su estilo de vida”, asegura el especialista.

Cuenta el doctor, que los primeros equipos de alta gama los adquirió con un crédito otorgado por uno de sus primeros pacientes. “Fue un señor que gracias a mis técnicas logró bajar de peso. Él me ofreció esta oportunidad y ahí inició el crecimiento”, manifestó.

Generación de empleos.
Gracias a su emprendimiento ha logrado crear puestos de trabajo fijos desde el principio. “Inicialmente solo eramos cuatro, pero según he ido creciendo he podido contratar más personal:  entrenadores, seis médicos, esteticistas, cosmiatras y personal administrativo”.

Más allá de lo físico. 
Si bien los cuidados del cuerpo se ven en muchos casos de manera banal, este especialista asegura que tiene tantos méritos como cualquier otra rama, no solo por los cambios físicos, sino también emocionales.  “La pasión por esto es contagiosa, cuando yo tomo una persona como 400 o 300 libras junto a mi equipo logramos revertir esa obesidad y devolverle las ganas de vivir y disfrutar la vida a esa persona provocó en mí mucha alegría y sobre todo muchísimo compromiso”.

La historia que más lo ha marcado.
En su joven pero meteórica carrera, Rafael Santos Pelegrín, ha tenido cientos de casos. Pero hay uno que lo marcó de manera muy: “me llegó un paciente  con 500 libras y tres bariátricas; en un año y ocho meses bajó  250  libras, era una persona que no salia a la calle para no ser visto, estuvo deprimido, había pensado incluso en el suicidio y hoy en día ha recuperado la confianza y lo mejor está en perfecta salud”, concluye.