La doctora Josefina García Coén, maestra de la medicina y de la pediatría dominicana, quien murió el miércoles, donó todos sus órganos antes de morir. De hecho, sus córneas fueron colocadas a dos niños que formaban parte de  una extensa lista de espera.

Sus dos hijos, sus colegas  y las personas que trabajaron de cerca con ella la definen como un ser excepcional. “Ella nos conformó con el criterio de que la dicha de vivir es poder servir”, dijo su hija, Sara Josefina, abogada de profesión. La doctora García Coén era además la madre de Oscar Leonardo Coén García.

Antes de morir, la doctora García Coén designó a su compañera inseparable de faena, la doctora Clavel Sánchez, como coordinadora de la Comisión Nacional de Lactancia Materna. Esa, había dicho, era su misión, que las madres conocieran los beneficios de la lactancia materna. Murió tras complicársele el Alzhaimer que padecía. Entró en coma y murió, pero antes dejó todas sus responsabilidades distribuidas en personas cercanas. Su piel también fue donada para  el tratamiento de cáncer.

Decenas de médicos, pediatras y expertos en diferentes áreas de la salud, se dieron cita en la funeraria Blandino, de la avenida Abraham Lincoln para dar un último adiós a una mujer que lo entregó todo por la medicina del país.