El secretario de las Fuerzas Armadas, teniente general EN (DEM) José Miguel Soto Jiménez, remitió un documento nada común ni ligero, el 20 de abril, al ex-presidente Leonel Fernández, en el cual le precisa en relación al comportamiento y los niveles de profesionalismo de los institutos armados, y que HOY reprodujo íntegro, en su edición del día tres del presente mes.

La primera ponderación a ese trascendental documento es de la cosecha del Coctelero de la página dos de HOY del día cuatro de mayo.

El titular de los institutos armados pone de relieve los logros obtenidos en la administración constitucional del presidente Hipólito Mejía, destacando la priorización de la cuestión fronteriza con dotaciones nuevas, patrulla a lomo de mulo y personal especializado en vigilancia fronteriza entrenado por Estados Unidos.

También, el Servicio Militar Voluntario que ha logrado preparar a más de veinte mil reclutas de los dos sexos; la creación de regiones militares conformadas por brigadas; la profundización de la lucha contra el narcotráfico y la especialidad en el área contraterrorismo; la formación del Instituto de los Derechos Humanos y Derechos Internacionales; la Comisión Permanente de Modernización y Reforma de las FFAA y PN; elevación de la academia Batalla de las Carreras a universidad; el acogimiento de niños de la calle en el Hogar de San José de las Matas, y el equipamiento de los institutos armados para enfrentar con éxito las contingencias de los nuevos tiempos.

Reitera Soto Jiménez la apoliticidad y no deliberancia de los institutos armados como lo consigna el artículo 93 de la Carta Magna, en lo que ha hecho hincapié, predicando con el ejemplo, y desautorizando orillamientos y/o extravíos inaceptables, porque entrañaría hacer retroceder etapas superadas, recuerdos ingratos de tiempos ominosos.

En esa orientación alta, reitera el compromiso de las FFAA de entregar el poder a quien resulte ganador de los comicios del 16 del presente mes, precisando:

«Las FFAA apoyarán como es su deber constitucional, los resultados de la voluntad popular y nada ni nadie deberá ponerlo en duda.

El civilismo, la concientización hacia los fines supremos de la ciudadanía, a quien se deben los institutos armados porque es su avanzada uniformada, como definió para la posteridad el ex-titular de las FFAA mayor general(r) EN Ramiro Matos González en un momento memorable de su brillante foja de servicios, quizás es el logro más señero y potable para la ciudadanía que han obtenido los soldados de la patria en estos últimos cuatro años.

Ese torrente de conceptos profundamente ponderados que expuso el general Soto Jiménez en su documento histórico de referencia, es el más rotundo justificante de la permanencia de los institutos armados como salvaguarda del interés supremo de la patria, que es la preservación de la nacionalidad dominicana.

He insistido siempre que luego de las gloriosas gestas de la independencia y la restauración, nuestros institutos armados tienen el reto por delante de deshaitianizar al país para precisamente preservar incólume nuestra soberanía, hoy amenazada por la peligrosa y creciente invasión pacífica, silente, de más de un millón de nacionales haitianos residentes ilegales en la parte oriental de la antigua Saint Domingue.

El documento de referencia carece de desperdicio, y cada una de sus palabras enhebra una filosofía que motiva a los soldados de la patria a vincularse cada vez más profundo con su pueblo, de donde nacen, quien lo sostiene, a quien se debe de manera umbilical.