Hoy 
Helder Tavárez, director del Programa de Consolidación de la Jurisdicción Inmobiliaria, dijo ayer que toda la información encontrada cuando inició el proceso de modernización, en 1999-2000, está celosamente guardada. Entre esos documentos se citan mensuras catastrales de los registros de títulos del Tribunal Superior de Tierras, planos de mesuras, libros de títulos, libros de inscripción, sentencias, entre otros. Esta documentación no está disponible al público físicamente, sino a través de la red digital.
El director Nacional de Registro de Títulos, Wilson Gómez, consideró que se trata de una denuncia alegre y poco juiciosa la que hizo la Asociación Dominicana de Agrimensores (ASODAGRIM) en el sentido de que esa dependencia habría eliminado los documentos originales de todas las parcelas del país, codificados desde 1880 hasta el 2000.
De acuerdo con sus declaraciones, el proceso de transformación llevado a cabo en la Jurisdicción de Tierras ha permitido que se instaure un clima de seguridad jurídica, por lo que los miembros de la referida entidad no han logrado ponerse a tono con esos cambios.
Al cuestionar el enfoque de los agrimensores, quienes externaron sus juicios en este diario, dijo que los documentos a que ellos aluden están guardados en los archivos centrales de la institución.
En ese sentido, Simeón Familia, director Nacional de Mensura Catastral, explicó que los expedientes a que se refiere Asodagrin son libretas, hojas de computaciones y mediciones que servían como materia prima para la confección de planos cuando estaba vigente la Ley 1542.
Los datos que pudieran estar ahí están sintetizados en los planos digitales que están disponibles en las salas de consulta de la Jurisdicción de Tierras.
Es lamentable que el siglo 21, en el que los sistemas de medición son más exactos, en donde debiéramos estar hablando de red geodésica nacional, estemos pensando en una hoja de computación rudimentaria, expresó.
Según el argumento de Juan Manuel Sosa, presidente de Asodagrin, la alegada pérdida de las memorias de cálculos ha provocado que no se puedan corregir errores en planos que se hicieron a mano.
Antes de que se eliminaran esas informaciones los agrimensores podían buscar los datos originales para volver a diseñar los planos.
De acuerdo con Familia, el procedimiento anterior, cuando se tenía contacto directo con los documentos, daba paso al uso inadecuado de los planos.
Ocho millones de archivos digitales
Helder Tavárez, director del Programa de Consolidación de la Jurisdicción Inmobiliaria, explicó que toda la información encontrada cuando inició el proceso de modernización, en 1999-2000, está celosamente guardada.
Entre esos documentos se citan mensuras catastrales de los registros de títulos del Tribunal Superior de Tierras, planos de mesuras, libros de títulos, libros de inscripción, sentencias, entre otros.
Pero ese informe no está disponible al público físicamente, por lo que cualquier interesado tiene que hacer las consultas digitalmente.
No existe la posibilidad de que un abogado o un agrimensor no pueda tener información y no pueda hacer su trabajo, afirmó Helder Tavárez.
El archivo de la jurisdicción inmobiliaria consta con más de 100,000 cajas de expedientes y ocho millones de imágenes de documentos.
Se trata de un archivo que tiene toda la documentación archivada y digitalizada, y al que no le hace falta ningún expediente; por eso nos extraña la denuncia de los agrimensores, dijo.
El funcionario explicó que los agrimensores necesitan revisar los expedientes para realizar trabajos técnicos en las parcelas donde hacen mediciones, por lo que toda la información la tienen disponible.
Además, hoy en día hay que hablar de GPS, de medidas con precisión milimétrica, y en ese proceso estamos en el país desde el año 2006, refirió.
La frase
Wilson Gómez
A veces a un solo agrimensor se le devuelven cinco ó seis veces un expediente porque no lo ha hecho conforme a las normas técnicas y eso molesta, pero debemos hacer cumplir la Ley.
