Dodgers atados a Manny
El plan es apoyarlo

<STRONG>Dodgers atados a Manny<BR></STRONG>El plan es apoyarlo

PETER GAMMONS
En julio, Manny Ramírez comenzó a decirle a sus compañeros de equipo que haría lo que fuera necesario para salir de sus dos últimos años de contrato con los Medias Rojas. Si significaba darle un golpe al secretario de viajes, hacer esperar a sus compañeros al rehusarse a subir a un autobús, olvidarse de cuál rodilla le molestaba cuando decía que no podía jugar, se iba a liberar de las dos opciones de $20 millones por temporada que los Medias Rojas tenían luego de pagarle $160 millones.

Y durante ese tiempo, le dijo a sus compañeros que iba a conseguir un acuerdo de cuatro años y $100 millones o seis años y $150 millones.

Ahora Ramírez tiene un problema. Está a una sola prueba fallada de ser suspendido por 100 juegos.

¿Qué propietario en sus cabales invertiría tres años en alguien que puede perderse dos terceras partes de la temporada? Y hay otro problema. Mire a los numeritos que van con la corriente suspensión:

Los numeritos de Manny

Periodo de tiempo  Prom  OBP  SLG  OPS  Turnos/HR

1999-2006, edad 27-34  .322  .424  .626  1.050  12.9

2007-31 julio 2008 edad 35-36  .297  .392  .508  .901  21.2

Ago. 1 2008-5 May. 2009 edad 36+  .380  .490  .710  1.200  12.1

De 1998 a 2005, Ramírez promedió 41 vuelacercas por temporada. Cuando fue canjeado el 31 de Julio, llevaba un ritmo para conectar 27 jonrones, una temporada después de conectar 20.

Quizás todo era porque se sentía claustrofóbico en Boston, y no le interesaba mudarse cuatro millas a la paz y tranquilidad del vecindario del propietario de los Medias Rojas John Henry en Brookline, Mass. Quizás era culpa del secretario de viajes Jack McCormick por no darle todo lo que quería. Quizás es tan inocente como John Boy, igual de talentoso que Albert Pujols.

Pero va a ser bien difícil para cualquier propietario a mirar los números, recibir un informe de las Grandes Lias y darle al exiliado del Boston Commons todo lo que deseaba — largos años y muchos dólares. Se ganará nuevamente a los fans de los Dodgers que atormentaron a Barry Bonds si encabeza a los Dodgers a un campeonato mundial, lo que es enteramente posible.

Pero de la manera que se ve hoy, el es propiedad del dueño de lso Dodgers Frank McCourt, que está muriéndose por regresar a los Dodgers a su supremacía como franquicia. Y ahora McCourt enfrenta la situación de la traición de Ramírez a su esquema de mercadeo y dudas sobre los fríos de su inversión de $45 millones.

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