Las Series Divisionales de la Liga Nacional tendrán como protagonistas este martes a los campeones Dodgers de Los Ángeles frente a los Padres de San Diego y a los Bravos de Atlanta ante los Marlins de Miami.
El favoritismo de los Dodgers y Bravos se da por ser los campeones en las respectivas Divisiones del Oeste y el Este, además de presentar unas plantillas más completas que las de sus rivales y con mayor experiencia en playoffs.
Pero tanto los Padres como los Marlins, en plena reconstrucción, han demostrado que pueden ganar a cualquier rival, especialmente el equipo de Miami, que dio la sorpresa en la serie de comodín tras barrer a los favoritos, los Cachorros de Chicago, que jugaron en su campo del Wrigley Field.
El duelo entre los Dodgers y los Padres, el primero en la historia de los playoffs, es la nueva rivalidad que ha surgido entre equipos californianos del Viejo Circuito que tendrá como escenario la burbuja del Globe Life Field, el campo de los Vigilantes de Texas, en Arlington, inaugurado esta misma temporada.
Ambos equipos han sabido combinar el talento de su cantera con importantes fichajes de temporada baja y lucharán en busca de un boleto a la Serie de Campeonato en la Liga Nacional.
Los Padres ingresan a la serie divisional después de derrotar a los Cardenales de San Luis en tres partidos, mientras que los Dodgers barrieron (2-0) a los Cerveceros de Milwaukee.
El equipo de Los Ángeles, con una rotación de ensueño que encabezan Walker Buehler, será el abridor para el primer partido y el zurdo Clayton Kershaw, que lo hará en el segundo, tiene garantía desde el montículo para hacer frente a una ofensiva de los Padres que impresiona.
San Diego vio como el campocorto prodigio Fernando Tatis Jr. (.277 / .366 / .571, 17 jonrones) se convirtió en una superestrella antes de los 22 años con el probable Novato del Año de la Liga Nacional Jake Cronenworth (.285 / .354 / .477 , 20 carreras impulsadas) en la segunda base.
Mientras tanto, Eric Hosmer (nueve jonrones) y el estadounidense dominicano Manny Machado (16 jonrones) llenan el cuadro explosivo de los Padres.
Pero los Dodgers han sido la franquicia modelo del béisbol durante casi una década con poco éxito en la postemporada para demostrarlo. Este puede ser el año que los cambie todo.
Con el jardinero Mookie Betts (.292 / .366 / .562, 16 jonrones, 39 carreras impulsadas) en la parte superior del orden, hay menos presión sobre jugadores como Cody Bellinger, Corey Seager y Justin Turner para que la ofensiva prospere e incluso menos lugares donde los oponentes pueden lanzar alrededor de los bateadores.
Las 349 carreras anotadas de los Dodgers, líder de la liga en una temporada regular reducida a 60 partidos, es prueba de su poder ofensivo.
Los Dodgers permitieron la segunda menor cantidad de carreras en el béisbol este año (213) gracias al trabajo de los relevistas Blake Treinen (1.21 WHIP, 25.2 IP), Kenley Jansen (1.15 WHIP, 24.1 IP) y el duro venezolano Brusdar Graterol (0.90 WHIP, 23.1 PI).
Con una rotación saludable, un bullpen repleto y una alineación cargada de estrellas y toleteros consistentes, esta podría ser, finalmente, la postemporada soñada por los Dodgers.
Por su parte, los Bravos, en la burbuja del Minute Maid, de Houston, el campo de los Astros, intentarán romper el maleficio de eliminar por primera vez a los Marlins en sus enfrentamientos de playoffs.
A pesar que durante la temporada regular los Bravos tuvieron marca ganadora de 6-4 ante los Marlins, el equipo de Miami, que vuelve a los playoffs de manera sorpresiva por primera vez desde el 2003, ha demostrado que puede vencer a cualquiera como lo hizo con los Cachorros, a los que barrieron (2-0), sin importar que sean los sextos cabezas de serie.
El cambio de rumbo de Miami ha sido impulsado por su rotación de jóvenes abridores que encabeza el novato dominicano Sixto Sánchez (22 años), su compatriota Sandy Alcántara (25) y el venezolano Pablo López (24).
El gran peligro para los tres será el primera base canadiense Freddie Freeman, el Jugador del Año 2020, y que lidera la poderosa ofensiva de los Bravos junto al dominicano Marcell Ozuna.
Freeman bateó .341 con 13 jonrones, 53 empujadas y OPS de 1.102 en la campaña regular por los Bravos y encabezó las Grandes Ligas en anotadas (51), dobles (23) y extrabases (37).
Los Bravos, que vienen de su primera victoria en una postemporada en 19 años, tratan de avanzar a su primera Serie de Campeonato de la Liga Nacional desde 2001.
Mientras que este será el tercer viaje de Miami a los playoffs y los dos anteriores resultaron en campeonatos de la Serie Mundial (1997 y 2003).
El equipo de Miami también tiene marca perfecta de 7-0 en la serie de postemporada de todos los tiempos y su objetivo es seguir siendo ganador y mantener su condición de invicto en los playoffs.