El Banco Central envió una circular a los negocios, prohibiéndoles exigir el pago de bienes y servicios en moneda extranjera solamente, y operar puntos de venta exclusivos en monedas distintas al peso, con lo que estoy de acuerdo, porque con otras palabras les recuerda que la economía dominicana no está dolarizada, que no se permitirá que los negocios intenten adaptarla, para coexistir con dos monedas.
Que como referencia pueden usar otras monedas, pero reinando el peso como lo manda Ley Monetaria No. 183-02: “La moneda nacional, es la única de curso legal, con plenos efectos liberatorios para todas las obligaciones públicas y privadas en territorio nacional”.
En América Latina no se habla de dolarización, el tema lo agotó la mala experiencia, si no que se lo pregunten al presidente de Ecuador, Rafael Correa, quien dijo recientemente “que la dolarización en su país fue una pésima decisión”. El problema de España, Grecia, Italia y otros países del sur de Europa, es que no tienen moneda propia para resolver sus problemas de déficits fiscales y deuda, dependen de lo que haga el BCE, donde manda Alemania, que no tiene esos problemas
Debemos entender de una vez por todas que es fundamental defender la soberanía monetaria, que con un peso fuerte y políticas estructurales adecuadas, es como podrán resolverse los problemas de déficits en cuenta corriente, finanzas públicas, y enfrentar la enorme deuda en pesos y dólares del sector público consolidado.
Si nos equivocamos, podríamos depender de lo que haga el Tío Sam y la Reserva Federal, que actúan pensando en el crecimiento económico, empleo y la inflación de los Estados Unidos.
Como está demostrado que el control de la inflación y de la dolarización fortalecen la moneda local, debe apoyarse la meta de inflación y el contenido de la circular, que otorga un plazo para que proveedores de bienes y servicios dejen de difundir sus precios y cobrar en monedas extranjeras. Para que se aparten de la práctica de operar puntos de cambio de divisas sin tener autorización. Para que dejen de presionar el mercado cambiario y la tasa de cambio, porque como dicen las estadísticas, si bien es cierto que algunos sectores contribuyen con la acumulación de reservas internacionales netas, también es verdad que presionan el mercado y reducen las reservas, cuando exigen el pago en otra moneda que no sea el peso.
Para finalizar toco otros temas relacionados. El primero, con su práctica los negocios obligan a consumidores y empresas, que tienen ingresos en pesos, a endeudarse en moneda extranjera. Pero resulta que las autoridades monetarias controlan la apertura de depósitos y los créditos en otras monedas diferentes al peso, y los cajeros automáticos no están adaptados para retirar monedas extranjeras. Es decir, los negocios de la circular crean “descalces” que ponen en peligro la estabilidad del sistema financiero y la economía en su conjunto.
El segundo, la transparencia fiscal. En pesos se lleva la contabilidad y se pagan los impuestos, como difícil es cuantificar el valor de las transacciones pagadas en monedas diferentes al peso, también difícil es fijar con claridad la base del Impuesto Sobre la renta y del ITBIS. La circular crea las condiciones para combatir la posible elusión fiscal.