)Dolarización?

)Dolarización?

Con las declaraciones del Secretario Adjunto del Tesoro estadounidense, John Taylor, sobre los aprestos de EEUU de apoyar un proceso de dolarización de la economía dominicana, el debate sobre este tema vuelve al tapete. La dolarización no es una panacea, dado que no resuelve los problemas económicos de una nación por sí sola. Tampoco, es una solución monetaria que se adapta a todas las economías. Sin embargo, las condiciones para una potencial dolarización exitosa se presentan en el caso de la República Dominicana.

Entre esas condiciones podemos mencionar:

1. Integración con la economía estadounidense: 85% del comercio internacional de nuestro país se hace con EEUU, por lo que representa nuestro socio comercial principal.

2. Libre movimiento de factores de producción: Con un TLC con EEUU y Centroamérica a la vuelta de la esquina, la libre movilidad de bienes y servicios será una realidad. Por otro lado, se presenta un flujo constante de dominicanos desde y hacia EEUU; es lo que más se acerca a la libre movilidad de mano de obra. Además, el capital que fluye como remesas desde EEUU es determinante: cerca de 14% del PIB.

3. Lazos históricos y socio culturales: Aunque no es debatido en círculos económicos, nuestra relación histórica con EEUU, el uso del dólar como moneda de referencia en transacciones locales y la influencia socio cultural que ejerce la comunidad dominicana de ese país, contribuyen a la adopción de esa moneda.

Las ventajas principales que ofrece dolarizar la economía dominicana son:

1. Sincerar la economía: El Estado y los políticos no tendrían un método de financiamiento oscuro: señoriaje. La emisión de dinero sin respaldo reduce los niveles de ingresos reales a los ciudadanos a través de la inflación. En diferentes etapas de nuestra historia, la política monetaria se ha utilizado como instrumento al servicio de intereses de políticos de turno para impulsar agendas particulares. Resultados: incremento de la pobreza.

2. Reducción de los costos de financiamiento: Esto aplica tanto para el sector público como privado. En la medida que se elimina el riesgo cambiario, los costos de financiamiento para todos los agentes económicos se reducen, dado el desplome de la tasa de interés. El país accedería a recursos menos onerosos para financiar el déficit fiscal y los pasivos del Banco Central principalmente, certificados del rescate del sistema financiero que serían asumidos por el gobierno. Por su lado, el sector privado podría iniciar y/o ampliar proyectos con gastos financieros menores dado la reducción en las tasas de interés que provocaría la dolarización. El consumo también se incrementaría.

3. Creación de riquezas: La reducción de las tasas de interés provocan un incremento en las inversiones que genera crecimiento económico de largo plazo; también se incrementa el consumo. En economías con nivel de capital invertido bajo, las inversiones son determinantes para impulsar el crecimiento económico, a diferencia donde el capital es elevado; el factor principal es el consumo. Con tasas de interés bajas, las empresas realizan mayor inversiones y nuevos inversores deciden traer recursos frescos a la economía: más puestos de empleos disponibles. En adición, los individuos o consumidores deciden realizar nuevas compras (casas, automóviles, etc.) De esta forma, se incrementa el nivel de riquezas en la economía.

Estas ventajas tienen la contraparte de limitar la acción que tiene el Estado de reaccionar cuando se presentan condiciones económicas adversas, generalmente por factores exógenos que limitan el crecimiento (e.g. un huracán, desaceleración del crecimiento mundial, precio del petróleo). Sin embargo, los beneficios de la dolarización compensarían este abandono de la flexibilidad que permite una política monetaria independiente: es precisamente esa «flexibilidad» que ha generado inflación y reducido el ingreso real de los dominicanos a través del tiempo, como argumentamos anteriormente.

En conclusión, la dolarización no es una panacea, pero tiene el potencial de generar beneficios en una economía pequeña y abierta, y con instituciones muy débiles, como la dominicana. Existen factores críticos para viabilizar el proceso: disciplina fiscal y supervisión bancaria; el ahorro interno sería beneficioso. Desde nuestra perspectiva, la dolarización es un proceso casi tan inevitable como la apertura económica. En el largo plazo, si son procesos administrados ordenados y honestamente, beneficiarían a la mayoría de los dominicanos. El fortalecimiento de las instituciones o un Estado de Derecho es crítico para que los beneficios potenciales sean sostenibles: imperio de la ley.

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