Dolor del crecimiento
una realidad en los niños

Dolor del crecimiento<BR data-src=https://hoy.com.do/wp-content/uploads/2009/02/6A6D0398-A724-4695-A926-B6CE77FBABA0.jpeg?x22434 decoding=async data-eio-rwidth=460 data-eio-rheight=328><noscript><img
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La frase: “mami me duele” ¿le suena familiar?,  pues tenga cuidado ya que su bebé puede estar padeciendo “dolor del crecimiento”.

Y es que precisamente  dolor en las piernas o en los brazos es  el síntoma principal de esta enfermedad, que es muy poco conocida a nivel popular pero que afecta a un 10% de los niños dominicanos.       

Así lo explica el pediatra Edgar Allan Vargas, quien la define como: “molestias transitorias en miembros inferiores que no tienen trascendencia de malignidad”.

Un mal nocturno

Es al caer la tarde y, sobre todo, en  horas de las noches, cuando se presentan los síntomas del “dolor del crecimiento”.

“Cuando un niño tiene este mal es probable que se despierte a medianoche quejándose de dolor en las piernas, en la parte de atrás de las rodillas, entre las pantorrillas o en las muñecas”, señala el doctor Vargas.

Respecto a la frecuencia con que se presenta esta enfermedad, el galeno indica que lo normal es una una vez al mes o   a la semana y, por lo general, suelen prolongarse por períodos entre los dos y los seis meses.

Con simples cariñitos

Debido a la cualidad benigna de esta enfermedad su tratamiento es tan sencillo que con mimos y cariñitos de su mami el bebé puede curarse.

Pero si los dolores persisten el doctor recomienda complementar el tratamiento con masajes en la zona afectada y analgésicos simples. 

“Al día siguiente el niño despertará como si nada”, asegura el pediatra. 

Diagnóstico por descarte

El doctor Vargas es enfático al señalar que antes de dar por sentado que un niño tiene dolor de crecimiento es importante asegurarse que no tenga otra enfermedad más complicada.

“Hay que cuidarse mucho de no cubrir bajo el manto de dolor de crecimiento otra enfermedad”, dice.

También llama a estar atentos a los síntomas y saber distinguir bien cuándo se trata de un dolor benigno y cuándo no.

“Muchas veces hay dolores óseos o musculares que pueden indicar la existencia de otras enfermedades como la tendinitis provocada por exceso de deporte o incluso otras más graves como la leucemia, cuyos primeros síntomas incluyen dolor a los huesos”.

De ahí que sea tan importante conocer las características del “dolor de crecimiento” para diferenciarlo de otros.

Eso sí, es importante tener claro que en ningún caso debe obviarse la visita a su pediatra. «Siempre es bueno que los dolores en los huesos y los músculos sean diagnosticados, aunque sean benignos, porque siempre hay una causa», afirma el traumatólogo infantil.

La frase

Edgar Allan Vargas

“El crecimiento en sí mismo no es un proceso doloroso, crecer no tiene por qué doler, sin embargo, en ocasiones algunos niños durante el crecimiento presentan molestias en las extremidades de carácter benigno que conocemos con el nombre de “dolores de crecimiento”.

La cifra

8 % de niños dominicanos.  Entre 3 a 13 años  padece esta enfermedad

Las claves

1.  Cómo se presentan

La forma más típica de presentarse los «dolores de crecimiento» es que tras acostarse toda la familia el niño llora, chilla y despierta a sus padres quejándose de dolor en las piernas. La madre se levanta y después de realizar unos suaves masajes en las piernas del niño los dolores desaparecen. Al día siguiente el niño va al colegio y juega con sus compañeros como si nada hubiese ocurrido.

2.  Por qué se producen

Hay varios factores que inciden. Los médicos explican que muchas veces se deben a pequeñas lesiones musculares que pasan desapercibidas mientras el niño se halla activo y se manifiestan por la noche cuando  tiene sus músculos relajados y cualquier pequeño movimiento despierta el dolor. También está el factor de la herencia:  hijos de padres  que sufren de migraña o que padecen dolores corporales.

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