En honor a la profesora Bernarda Acosta (Fallecida)
Me duele el corazón, él lanza un grito,
es porque me enteré que te has ido.
Las cataratas del cielo se abren
y no hay forma de que yo descanse.
Ay, te fuiste de mi vida,
si estuvieras aquí, las estrellas te daría.
Lloran las aves en vez de cantar,
el dolor las afecta, incluso en su volar.
Ando en las calle como un viudo,
sólo, desamparado, por el dolor que me has dejado.
Me duele en el alma que te hayas ido,
ahora anhelo estar contigo.
Dolor permanente en mi corazón está,
solo Dios y tú lo podrían curar.
si trato de callar el fuego entra y me cala hasta los huesos,
lo que quiero decir es te quiero, no te puedo olvidar.