El dolor y la frustración son los sentimientos que acompañan a los familiares de Darryl Fornatora, un ciudadano norteamericano, que desapareció del país hace casi dos años cuando vino a practicar surfing en las playas de Cabarete, Puerto Plata.
Lo peor de todo es que la familia Fornatora no se siente respaldada por las autoridades norteamericanas, y lamentan que las dominicanas hayan cerrado el caso calificándolo de ahogamiento, según un reportaje publicado el 14 de este mes en el diario digital My Palm Beach Post, con la firma de Jorge Milian.
Darryl, de 46 años, llegó a Cabarete procedente de Florida, el 25 de enero de 2016 en compañía de su amigo Matthew Rigby, quien tampoco ha ofrecido información que pueda ayudar a esclarecer la misteriosa desaparición.
“Hay docenas de escenarios posibles, y todos terminan violentamente”, dijo Christina Hendrex, la hermana de Darryl. “Creo que mi hermano fue asesinado. Sin duda en mi mente. El por qué, no estoy segura de eso”.
Gilbert y Nancy Fornatora, los padres de Darryl, consideran que la persona que podría tener información sobre lo ocurrido es Rigby, con quien conversaron poco después de la desaparición de su hijo.
Según los datos que Rigby les ofreció, el viaje de surf duraría hasta el 31 de enero, pero él acortó su visita y regresó a Florida el día 28 porque supuestamente el oleaje en Cabarete no era óptimo. Darryl decidió quedarse, según sus declaraciones.
Los esposos Fornatora relataron que Rigby les dijo que su hijo presentó un extraño comportamiento que calificó como nervioso y paranoico. Un análisis de la computadora de Darryl reveló que él buscó el término “cárteles de la droga colombianos”, en Google el día que desapareció, según Hendrex. Los Fornatora lamentan que Rigby abandonara Cabarete sin alertar a las autoridades dominicanas o de Estados Unidos sobre el comportamiento de su familiar, y que fue el 29 de enero que los contactó, dos días después que Darryl desapareciera.
“Siento que este es un rompecabezas gigante y tenemos todas las piezas fronterizas; el contorno está ahí, pero nos faltan todas las piezas que hacen que la imagen se una, y Matt las tiene todas juntas», dijo Hendrex.
Al considerar que el caso de Darryl está en un limbo, los Fornatora también lamentan que haya cesado la comunicación que mantenían con la embajada de Estados Unidos en el país y que el FBI no responda sus llamadas.