SERVICIOS DE HOY
RAMALA, Cisjordania. – «Sabíamos que fallecería un día u otro pero no tan pronto, sin ver una Palestina libre», lamenta Nabil, encabezando una manifestación de centenares de cristianos y musulmanes que se detiene a las puertas de la Muqata de Ramala al grito de «¡Con la muerte de Arafat, todos morimos un poco!».

   Horas después de que se hiciera público el fallecimiento de Arafat, los habitantes de Ramala, vecinos del »rais» palestino en los últimos tres años, no conseguían imaginar sus vidas sin la presencia del dirigente en la Muqata, su cuartel general en Ramala (Cisjordania).

   «Nos queda un vacío muy grande pero tenemos que hacernos a la idea y afrontar la realidad. El era la única persona que unía al pueblo palestino y nuestro futuro ahora es incierto», explica Meeral, estudiante de Economía, que llora junto a su novio frente a la que será la última morada de Arafat.

ESPERANZA PERDIDA

Los refugiados palestinos dispersos por los países árabes reaccionaron  ayer a la noticia de la muerte de Arafat con expresiones de dolor, rabia y frustración, por haber perdido al hombre que les inspiraba la esperanza de que algún día podrían regresar a su hogar.

   Desde Amán hasta Damasco, desde los barrios pobres del sur del Líbano hasta los campamentos de Sabra y Chatila en Beirut, los dolientes palestinos se vistieron de luto y marcharon llorando por las calles, lamentando la pérdida del hombre que consideraban emblemático de su causa.

   Gritos de «Muerte a Israel»» y «Regresaremos a Palestina»» resonaron en las calles donde se congregaban las muchedumbres y donde algunos quemaron banderas norteamericanas e israelíes.

   Las tiendas y otros negocios cerraron en los campamentos del Líbano, Siria y Jordania, donde viven unos 2,4 millones de refugiados y sus descendientes. Fotos del difunto jefe palestino aparecieron colgadas en ventanas y paredes, y reproducidas en las camisetas de multitud de jóvenes.

INDIFERENCIA JUDÍA

Algunos lo celebraron abiertamente y otros no esperan ningún cambio o dejaron entrever su preocupación, pero nadie en los barrios judíos de Jerusalén derramó una sola lágrima por la muerte de Arafat.

   «Estoy contento de saber que murió ese tramposo que nos había hecho creer en la paz pero continuaba siendo un jefe terrorista», admitió un cafetero de la estación central de bus de Jerusalén, Shimon Ben Ezra, de 66 años.

   «Espero que luego de su desaparición los palestinos tengan un nuevo equipo y podamos trabajar de nuevo con nuestros primos árabes como lo hacíamos antes de la Intifada», continuó.

REACCIÓN MUNDIAL

Los líderes mundiales reaccionaron con extrema moderación, y varios incluso evitaron los elogios, al comentar la muerte del histórico jefe palestino Yasser Arafat, pero todos esperan que su deceso permita la coexistencia pacífica de un futuro Estado palestino con Israel.

   «La muerte de Yasser Arafat es un momento significativo en la historia palestina», dijo el presidente estadounidense George W. Bush, quien desde hace dos años exigía que Arafat fuese marginado por «terrorista» y jamás lo recibió.

   Un tono similar empleó el primer ministro israelí Ariel Sharon cuyo Ejército sitió durante tres años a Arafat en su cuartel de Ramala de donde solo salió hace tres semanas hacia el hospital de Francia donde murió este jueves.

  El líder británico Tony Blair destacó que Arafat llevó a «su pueblo a la aceptación histórica de la necesidad de una solución fundada en dos Estados», el palestino y el israelí.

   El presidente francés Jacques Chirac, quien visitó a Arafat en su lecho de enfermo, dijo que «seguirá trabajando incansablemente por la paz y la seguridad en Oriente Medio (…) dentro del respeto de los derechos de los pueblos palestino e israelí».

VATICANO EXPRESA PESAR

El Vaticano expresó su condolencia ayer por el fallecimiento de Arafat, calificándole de un líder de «gran carisma»» y expresando esperanza de que haya llegado el momento para que los israelíes y los palestinos vivan en paz en dos estados independientes.

   El papa Juan Pablo II ha respaldado desde hace mucho el derecho de los palestinos a tener un estado, y estuvo del lado de Arafat cuando Israel y Estados Unidos lo calificaron como un terrorista poco fidedigno para lograr la paz.

DIVERGENCIAS ÁRABES

Arafat frustró tanto a los gobernantes árabes que éstos, en ocasiones, lo recibían con una brusca pregunta: «¨Cuándo te marchas?»» , por su parte, nunca confió en ellos, y durante muchos años hubo engaños y traiciones de parte y parte.

   Sin embargo, los dirigentes árabes nunca vacilaron en reconocer a Arafat como líder único de la causa palestina, y el jueves lamentaron públicamente su muerte.

   «Lo hemos conocido como defensor de las causas justas y luchador contra la ocupación y en favor de la paz»», dijo el presidente egipcio Hosni Mubarak, uno de los pocos jefes de estado que logró ganarse la confianza de Arafat.

   Los gobiernos de Jordania, Yemen, Líbano, Sudán, Arabia Saudí, Irak y Bahrein emitieron declaraciones similares de condolencia.

   Arafat siempre trató de reconciliarse con los gobernantes que había enajenado con sus alianzas, entre ellos con los kuwaitíes y saudíes a quienes indignó en 1990, cuando respaldó la invasión iraquí a Kuwait.

AL ENVÍA CONDOLENCIA

Los gobiernos latinoamericanos expresaron ayer su pesar por la muerte de Arafat, al tiempo que algunos de ellos destacaron la significación de su liderazgo en lucha del pueblo palestino por su autodeterminación.

Para los presidentes de Argentina, Néstor Kirchner; Vicente Fox de México; Luiz Inacio Lula da Silva, Brasil; Alvaro Uribe, Colombia y Ricardo Lagos de Chile la muerte de Arafat merece el reconocimiento de la comunidad internacional por sus empeños para lograr una solución justa y definitiva al conflicto de Medio Oriente.

Expresaron, además sus más sinceras condolencias por la desaparición del líder histórico de la lucha del pueblo palestino.

CASTRO DECRETA DUELO

La muerte de Arafat, fue recibida ayer en Cuba con congoja y resignación, ya que representa un duro golpe para el líder cubano Fidel Castro, quien pierde a un amigo personal y aliado político en Medio Oriente.

  El gobierno decretó tres días de duelo oficial y dispuso que la bandera nacional ondee a media asta en todo el país por el fallecimiento de Arafat, un «querido compañero y destacado combatiente revolucionario», según el texto de la orden.

   «En estos tristes instantes vienen a mi mente imborrables recuerdos de los muchos encuentros sostenidos a lo largo de más de tres décadas con el compañero Arafat, entrañable amigo», escribió Castro en un mensaje de condolencias remitido a las autoridades palestinas.

ONU RINDE HOMANAJE

La Asamblea General de la ONU rindió ayer un homenaje al presidente de la Autoridad Palestina, Yaser Arafat, en el que el secretario general, Kofi Annan, deseó que los palestinos miren hacia el futuro y a un posible acuerdo de paz.

 En breves declaraciones a la prensa, Annan afirmó que, ahora que Arafat «se ha ido, el mejor legado con el que puede vivir su pueblo es involucrarse de forma constructiva y pacífica» con la comunidad internacional y el gobierno israelí para hacer realidad su sueño de dos estados viviendo en paz.

EEUU PROMETE AYUDA

Estados Unidos cree que la muerte de Arafat abre una oportunidad para registrar avances en el proceso de paz de Oriente Medio, y para ello prometió ayer dar toda la ayuda posible a los nuevos dirigentes palestinos.

   El Gobierno de Washington, que marginó completamente a Arafat de sus esfuerzos diplomáticos durante los últimos años, reaccionó de forma respetuosa con el fallecido líder palestino, al que consideraba un obstáculo para lograr la paz con Israel.

   Por ello, la administración del presidente George W. Bush no dejó de mostrar su esperanza de que la desaparición de Arafat supondrá la apertura de una ventana para avanzar hacia un acuerdo de paz con Israel, y pidió que todo el mundo se esfuerce para aprovechar esa oportunidad.