El gran reto que tendrá que enfrentar en lo inmediato el nuevo procurador general de la República, Jean Alain Rodríguez, es el de los recientes procesos de corrupción, prevaricación, soborno y sicariato que contra funcionarios, militares, legisladores y jueces le deja sobre el escritorio Francisco Domínguez Brito.

Son casos en la mira de la sociedad que reclama sean llevados hasta las últimas consecuencias.

Los casos. Rodríguez tendrá que decidir si interroga o no al senador peledeísta Luis René Canaán, y dar a conocer los nombres de otros dos legisladores que estarían involucrados en los sobornos para garantizar la aprobación del préstamo de US$93.6 millones para la compra de ocho aviones, según la Procuraduría Anticorrupción.
Domínguez Brito le deja a Rodríguez, además, el sometimiento del exdirector del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (Inapa), por la supuesta malversación de más de RD$1,000 millones.

También está pendiente decidir la situación de los exjueces José Dionicio Duvergé Mejía, Rosó Vallejo Espinosa y Víctor Mejía lebrón, destituidos por el Consejo del Poder Judicial en un juicio disciplinario, tras el procurador general acusarlos de ser parte de una trama que negociaba sentencias, en especial con personas del narcotráfico.

Por ese caso están bajo arresto domiciliario la suspendida jueza Awilda Reyes Beltré y el exconsejro Francisco Arias Valera.

Otro caso pendiente que Domínguez Brito deja a Rodríguez, es el de los cientos de funcionarios omisos de la Ley sobre Declaración de Patrimonio.

¿Quién es el procurador? Jean Alain Rodríguez es abogado y miembro del Comité Central del Partido de la Liberación Dominicana (PLD). Hasta ayer era director del Centro de Exportación e Inversión de la República Dominicana (CEI-RD).
Se licenció en Derecho en la Pontificia Universidad Católica Madre y Maestra (PUCMM), e hizo maestría en La Sorbona de París, La Sapienza y la Escuela Superior de Administración Pública, en Roma. Habla inglés, francés e italiano.