El ministro de Medio Ambiente Francisco Domínguez Brito, ofreció ayer un homenaje de despedida al embajador de Estados Unidos James Brewster, quien abandona el cargo tras poco más de tres años como diplomático en el país.
Al encomiar los aportes diplomáticos de Brewster y sus vínculos personales con él, lo definió no solo como “un gran embajador de Estados Unidos ante la República Dominicana”, sino también como “un gran embajador dominicano en Estados Unidos y ante el mundo entero”.
Según él, Brewster ha “trabajado por la transparencia y la institucionalidad, no se ha limitado a un área específica”, y ha hecho enormes “esfuerzos por un mundo más tolerante y abierto”.
Domínguez Brito estima que el diplomático ha “enseñado mucho a los dominicanos a ser más humildes, ver más el corazón, dejar prejuicios y entender que el mundo se construye en la medida en que cada día somos más humanos”.
Brewster escuchó con emoción las palabras del ministro, mientras dibujaba en su boca una sonrisita de satisfacción.
En tanto, al finalizar el homenaje, agradeció la acogida recibida y dijo que se lleva un grato recuerdo del país, a pesar de los detractores que tuvo por sus inclinaciones sexuales.
A los “pocos que hablan con palabras de odio”, los exhortó a asumir conciencia sobre el destino de cada ser humano y a “entender que vivimos para aceptar esta vida y apoyarnos los unos a los otros”.
En cuanto a la lucha contra la corrupción y otros flagelos, confió en que “el pueblo ganará la batalla”.
Brewster recibió un manatí tallado en madera, al que acarició con ternura.