Hoy 
POR DONALD ROWLAND
Los parámetros mercadológicos que marcan el sendero para la conquista de la preferencia y la consolidación de la lealtad del consumidor hacia una marca han venido sufriendo cambios en la medida en que los productos son cada vez más difíciles de diferenciar en el plano de sus simples atributos y beneficios.
Por ello se observa un mayor esfuerzo de las empresas de vanguardia dirigiendo sus estrategias de marketing y de comunicación hacia la conquista de la buena voluntad del consumidor potencial, encendiendo con sus mensajes la llama de la conexión emocional con el público en busca de iniciar o consolidar una relación afectiva de perdurable duración.
El objetivo que todos persiguen es colocar a su producto como lo mejor en su clase, lo máximo que se puede adquirir; no obstante el punto común entre todas las compañías que han creado grandes marcas no es solamente este sino que reconocen que el consumidor vive en un mundo emocional y que es esta conexión emocional la que trasciende al producto y es ahí en donde la marca debe permanecer.
En esa dirección parece orientarse la nueva campaña publicitaria del «ícono comercial dominicano» que es la Cerveza Presidente, cuando sus principales ejecutivos revelaron al público los detalles de «Dominicano Soy», un nuevo proyecto de comunicación masiva y una iniciativa que invita a proclamar la dominicanidad y a exhibir con orgullo los valores que identifican al pueblo como tal, expuestos en una concurrida actividad llevada a cabo durante la semana recién finalizada. El proyecto tiene como protagonistas en sus tres versiones televisivas a Milly Quezada, Amelia Vega, Fernando Villalona, Eddy Herrera y Sergio Vargas quienes cantan a la dominicanidad en algunas de las 26 locaciones más emblemáticas del país.
En el transcurso del acto el Gerente de Mercadeo de la Cervecería Nacional Dominicana, Juan Pumarol, manifestó que «la dominicanidad es ante todo un sentimiento que se basa en un origen común, y se traduce en valores, en tradiciones, en una forma de hablar y de actuar que nos distingue de otros pueblos y nos hace únicos. Nos identifica el entusiasmo, la sonrisa espontánea, la generosidad a manos llenas y la desinteresada hospitalidad que brindamos al que llega». Recalcando que, «Presidente ha respondido como marca, de forma coherente con los valores del dominicano. Por ello, cuantos nos visitan asocian su consumo con el buen trato, la solidaridad, la alegría y sobre todo con la frescura y el verdadero sabor dominicano».
La presentación de la campaña la hizo Rafael Melo, Gerente de Marca Presidente, y la realización del proyecto estuvo a cargo de la agencia Young & Rubicam Damaris. La filmación es de Productora Panamericana, la fotografía de Mauro De Vita, con música y arreglos de Manuel Tejada.
TALENTO DE EXPORTACIÓN
Lo que menos conviene al país en estos tiempos de múltiples dificultades, es que el talento humano en sectores vitales para su pleno desarrollo se escape y vaya a ofrecer sus aportes a colectividades sociales en los cuales son suficientes o sobran esos talentos. A través del portal de Ad Latina nos hemos enterado de la presencia en Miami y la Argentina respectivamente de Freddy Jana y Ernesto Alemany, dos valiosos profesionales de la publicidad, convertidos seguramente en «exiliados económicos», producto del deterioro de la situación vivida por el país en los últimos años.
Jana era director creativo de Oveja Negra / TBWA, de República Dominicana, pasando ahora al mismo cargo en The Vidal Partnership de Nueva York. Trabajó cuatro años en la agencia dominicana, pero decidió dejarla para afrontar «nuevos desafíos». «Ha sido un honor la convocatoria de una de las mejores agencias del mercado hispano, en el que queda mucho por crear y desarrollar. Es una de esas oportunidades que no se puede dejar pasar, porque te hacen crecer como profesional y como persona», dijo Jana en la entrevista.
Este joven creativo comenzó en el mundo de la publicidad hace más de 20 años, en el taller creativo de Grey Santo Domingo. Luego, pasó a BBDO en Miami y volvió a Santo Domingo, donde nació Oveja Negra en 2000.
Por su parte Alemany dijo que hace dos años viajó a la Argentina para filmar y se enamoró del país. Rápidamente decidió abandonar su República Dominicana natal e instalarse en Buenos Aires, junto con su socio Patrick Mommsen. Desde febrero de este año, desembarcó con «Bululú Films», en la Argentina; en los últimos meses, rodó películas también en Panamá, República Dominicana y Guatemala. «Siempre me gustó el cine. A mediados del »97 me lancé y, desde entonces, no dejé de filmar. Estudié publicidad, fotografía, teatro y pintura», comentó Alemany, quien comenzó en Lowe en 1991, luego fue a DDB y, también, trabajó en varias productoras.
Nuestra esperanza es que retorne rápidamente «El Progreso» a nuestro país y podamos rescatar en corto plazo este valioso recurso que tanto estamos necesitando.
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