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POR LLENNIS JIMÉNEZ
El director de la Corporación del Acueducto y Alcantarillado de Santo Domingo (CAASD), Mariano Germán, dijo ayer que el consumo per cápita de agua en el país es de 1,100 metros cúbicos por año, el doble de la media mundial. Sin embargo, dijo que un millón y medio de personas no tienen acceso al servicio de agua en la República Dominicana.
Germán habló durante un acto celebrado ayer en ocasión del Día Nacional del Agua. Dijo que reducir el consumo hasta la media mundial representaría para el país un ahorro diario de 23 millones de galones.
El director de la CAASD deploró que en el país se pierda agua por las tuberías, mientras una gran parte de la población no tiene acceso a la red.
Manifestó que el consumo per cápita del país sólo se iguala con el de los Estados Unidos.
Germán manifestó que se trabaja en la aplicación de una política de ahorro de agua y creación una Red Social y Comunitaria, con la finalidad de incorporar a los usuarios en la mejoría del sistema.
En otros actos celebrados en la ocasión, hablaron el subdirector de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), William Brands, y el el director ejecutivo del Instituto Nacional de Aguas Potables y Alcantarillados (INAPA), Frank Rodríguez.
Brands consideró que el país debe solucionar la situación de falta de agua y de saneamiento del servicio, instó a economizar el agua, proteger el medio ambiente y limpiar los ríos.
Dijo que es recomendable fortalecer las cuencas hidrográficas y potabilizar el agua para que tenga buena calidad.
Frank Rodríguez, por su parte, aseguró que para el año 2011, nueve millones de dominicanos tendrán agua potable garantizada.
Estimó que el 30% de la población dominicana no recibe agua y dijo que en los próximos tres años se dará cobertura al 90% de los ciudadanos que se encuentran desabastecidos.
La CAASD celebró un encuentro y efectuó un curso-taller sobre el agua y la situación de emergencia, con representantes de la Oficina Panamericana de la Salud (OPS). El INAPA presentó el proyecto piloto desarrollado en Hato Mayor en colaboración con la USAID para abastecer de agua a nueve comunidades.
