Dominicanos en colección de autores latinoamericanos

Dominicanos en colección de autores latinoamericanos

De César Aira supe noticias  a través de Sergio Pitol, la primera vez que éste (hoy Premio Cervantes)  vino a Santo Domingo. Me preguntó que si yo conocía a Aira y le dije que no. Pitol me dijo: Léelo! Es una maravilla! A partir de ahí busco y leo todas las novelas de Aira que encuentre.

Sin embargo, no conocía su faceta de autor de un Diccionario de autores latinoamericanos, editado en 2001 por Emece- Ada Korn Editora, en Buenos Aires. Como autor dominicano, de inmediato me asaltó la curiosidad por saber a cuáles autores dominicanos había incluido, a sabiendas de que para los diccionarios y las antologías extranjeros casi nunca contamos.

Para mi sorpresa, y después de revisar uno por uno cada uno de los autores seleccionados, me encuentro con 12 autores dominicanos: Manuel de Jesús Galván, José Joaquín Pérez, Salomé Ureña, Federico García Godoy, Gastón Fernando Deligne, Rafael Alfredo Deligne, Fabio Fiallo, Tulio Manuel Cestero, Pedro Henríquez Ureña, Max Henríquez Ureña, Manuel del Cabral y Juan Bosch.

Este Diccionario tiene un Apéndice con una breve síntesis cultural y literaria sobre cada país de América latina, lo cual le da una utilidad que complementa las biografías de los autores incluidos. Además, abarca cinco siglos de las letras latinoamericanas, haciendo más énfasis en los autores del pasado que en los del presente, y de ahí que estén excluidos aquellos surgidos en los últimos veinte años.

Este Diccionario es más bien una obra de consulta, donde aparecen muchos autores olvidados y desconocidos, lo que hace que participe también como un diccionario de autor. Es acopio bibliográfico, acumulación de retratos literarios, comentarios y notas de investigación. Según Aira, “este Diccionario lo es solo por estar ordenado alfabéticamente. No tiene aspiraciones de exhaustivo ni sistemático”. De ahí que se permita las exclusiones y los olvidos.

De entre los autores dominicanos del siglo XX no sorprende que estén Bosch, Pedro Henríquez Ureña y Max, Salomé Ureña, Galván, Fiallo y Manuel del Cabral. Pero sí sorprende que no estén Marcio Veloz Maggiolo, Franklin Mieses Burgos, Pedro Mir, Moreno Jimenes y Fernández Spencer. Hay un error que se repite en Juan Gustavo Cobo Borda, en su edición de ensayos sobre García Márquez (Editora Norma) y también en César Aira, y es la fecha de la muerte de Bosch.

En este Diccionario se lee que Bosch murió en 1975 (sic). Aira (1949), en el apéndice sobre la República Dominicana, emite un juicio de valor muy osado, y es cuando dice que “La narrativa del siglo XX solo dio la figura notable de Juan Bosch”. (pág.628). Esta reseña es una invitación a consultar este Diccionario y una nota de alarma acerca del desconocimiento de los sucesos literarios y culturales acaecidos en el país para el resto de los países de América latina, países en los cuales (Cobo Borda es de Colombia y Aire de Argentina) no llegó la noticia de la muerte de Bosch, una figura crucial y esencial en la cultura, la política y las letras dominicanas, de América latina y el Caribe, ocurrida en noviembre de 2001. La edición de este Diccionario es de 2001 pero las palabras de advertencia de Aira son de marzo de 1985.

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