Alrededor de mil jóvenes dominicanos se encuentran en Polonia para participar en la Jornada Mundial de la Juventud Católica que será inaugurada mañana miércoles, en Cracovia, por el papa Francisco quien les acompañará durante todo el evento que tendrá como tema principal “La misericordia”. El Sumo Pontífice desea que este encuentro religioso juvenil se convierta para los concurrentes en una peregrinación de confraternidad, que siempre sea recordada como una experiencia efectiva de fe cristiana.
La mayoría de los muchachos dominicanos que participarán en la jornada viajaron a Polonia gracias a los fondos obtenidos, luego de meses de realizar una serie de eventos, como conciertos, venta de artículos diversos, y algunas donaciones particulares, recaudaciones destinadas a la compra de los boletos aéreos, alojamiento, alimentación, traslados y otros.
Los jóvenes, que proceden de colegios católicos, de la Pastoral Juvenil y de otras entidades católicas, se reunirán con medio millón de participantes de todos los continentes, entre los que el mayor número está formado por españoles e italianos, luego norteamericanos, brasileños, franceses, argentinos y otros.
Las jornadas de la Juventud se iniciaron en el 1984 en el Vaticano, con el papa Juan Pablo II. A partir de entonces, cada dos años se celebra en distintos países de Europa, Latinoamérica aumentando considerablemente el número de participantes.
Cracovia es la ciudad del papa Juan Pablo II y de la santa sor Faustina Kowalska, quien impulsó la devoción del rosario de de la Divina Misericordia.
La organización central de esta jornada religiosa católica espera la asistencia de dos millones de personas en la vigilia y a la misa de conclusión. Todo el proceso de este evento será transmitido directamente por el canal católico internacional EWTN, que fundó la madre Angélica.
En cuanto a la seguridad de los asistentes, gracias a Dios, nunca durante todos los años se ha reportado incidentes, y esperamos que en esta ocasión ocurra lo mismo. Polonia tiene a disposición de la Jornada de la Juventud Católica miles de policías, agentes de seguridad máxima, bomberos, ambulancias, médicos, voluntarios, para atender en cualquier eventualidad a los jóvenes, quienes a su vez han viajado con sacerdotes amigos, laicos católicos que les protegerán y no les perderán de vista.
Estas jornadas demuestran cómo, pese al bombardeo en contra de sus creencias religiosas, millones de jóvenes siguen con gran fe y amor a Dios.