MILLIZEN URIBE
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La ausencia del clásico tapón de las 7.30 a. m. y el poco frecuente silencio citadino revelaban que este viernes no era un día cualquiera.
Y, efectivamente no lo era. Se trataba del 16 de mayo, el día de las elecciones presidenciales, un escenario que demanda seriedad pero que los dominicanos no desaprovecharon para mostrar su lado jocoso.
Desde acudir a las urnas en chancletas, llevar toda la familia a la misma mesa, vender quipes dentro de los colegios electorales, ponerse unos lentes e ir demasiado fashion a votar, son sólo algunas de las ocurrencias observadas durante el proceso.
A través del lente fotográfico de Chicho Morillo, !Vivir! comparte con ustedes el lado ameno y simpático de las elecciones presidenciales 2008.