Dominicanos, sólo dominicanos

Dominicanos, sólo dominicanos

MANUEL ALMANZAR
La obra cumbre de Juan Bosch fue, sin ninguna duda, el Partido de la Liberación Dominicana (PLD) y, su más aventajado discípulo es Leonel Fernández Reyna, el cual acaba de hacer su entrada en la historia de nuestro país, al ser el primer dominicano elegido tres veces Presidente de la República, sin que medie la represión, la opresión o persecución y, mucho menos, la falta de libertad de expresión.

Si algo caracterizó la campaña recién pasada, fue la forma agresiva con que la oposición trató de descalificar al presidente y candidato del PLD, sin que éste, ni su partido tomaran medidas alguna que pudieran argumentar los opositores que afectara la libertad de expresión.

En este proceso electoral, sin duda alguna, el presidente Fernández se consagró como el líder indiscutible del pueblo dominicano. Eso no quiere decir, bajo ninguna circunstancia, que debemos vanagloriarnos, engrandecernos y despreciar a quienes en el uso legítimos de sus derechos ciudadanos apostaron por otra opción. Al contrario, debemos recibir esta victoria con humildad y sabiduría.

Ha sido precisamente nuestro Presidente quien ha dicho, que debemos recabar el concurso de todos los dominicanos para enfrentar con éxito las grandes responsabilidades puestas sobre sus hombros. Esta victoria debemos asumirla como un gran compromiso con los destinos del país. Debemos estar  conscientes  que el mundo de hoy no es precisamente un paraíso y que, estamos seriamente amenazados por los precios incontrolables del petróleo, por la crisis mundial de alimentos que recorre el mundo como un fantasma y por los grandes retos que nos deparan los tiempos.

Para enfrentar estos males y los muchos otros que se suman, se necesita mucha capacidad, disposición, espíritu de sacrificio y sobre todo,  una capacidad gerencial a todo prueba, cosas que, gracias a la vida, al Presidente Fernández le sobran.

Los principales colaboradores con que debe contar el presidente Fernández en estos momentos, deben ser los peledeístas y sus aliados. Es decir, los que le dijimos al país que con Leonel su destino estaba en buenas manos, en manos seguras y diestras. Los que apostamos en él como opción, los que nos arropamos con las banderas multicolores que le acompañaron durante la campaña, somos nosotros y no nosotros. Los que debemos facilitarle avanzar en medio de las dificultades, somos nosotros.

La responsabilidad de cada peledeísta, de cada aliado, de cada dominicano y dominicana consciente del momento que se vive, es insoslayable. Este es el momento de demostrar nuestra lealtad a nuestra Patria, a nuestra gente, a nuestro partido y a nuestro Presidente de la República y, la mejor forma de hacerlo es, comprometiéndonos a dar lo mejor de cada uno, a trabajar sin descanso y a olvidar los intereses personales en beneficio de todos.

El pueblo dominicano ha sido muy inteligente y votó masivamente por Leonel Fernández, el cual  tiene las condiciones para encabezar exitosamente un proyecto de nación para superar los males que de seguro nos afectarán en lo inmediato. Los peledeístas debemos de estar preparados para unirnos fuertemente alrededor del líder del país y del partido, dejando atrás apetencias y aspiraciones y ayudar con todas nuestras fuerzas al éxito de la gestión actual y futura de Leonel.

Transitar los caminos de la unidad monolítica, desechando los grupos, corrientes o tendencias que ponen los intereses personales y políticos de algunos dirigentes por encima de los intereses del país y del partido, permitir que el presidente desarrolle su proyecto, que escoja libremente a los hombres y mujeres más capaces y con los cuales se sienta más cómodo para poder seguir trillando los caminos del progreso y del desarrollo, es la consigna del momento. Lo contrario sería, un crimen de lesa patria.

Ningún peledeísta que se precie de serlo, y mucho menos ningún aliado, deben permitir que la ambición personal y el grupismo afecten la calidad de la futura gestión del gobierno. La nación, el pueblo dominicano dieron un veredicto contundente al dar su apoyo a nuestro presidente. Es hora  que todos los que de alguna manera ayudaron a mantenerlo en el poder se comprometan a ser entes de desarrollo y  ser colaboradores incondicionales de la mejor gestión de gobierno que pueda realizarse en el futuro inmediato.

Debemos tener presente que los grandes gobernantes se crecen en los momentos difíciles y, Leonel es uno de ellos.

Para poder pedir a los demás un comportamiento adecuado a la circunstancias, debemos dar el ejemplo. Si nosotros no somos capaces de entender la delicadeza del momento actual, no tendremos moral para pedirles a los demás que lo hagan. Vivimos tiempos difíciles, pero manejables. Leonel necesita del apoyo de todos, porque sobre todas las cosas nunca debemos olvidar que antes que nada, somos dominicanos, peledeístas y compromisarios de un proyecto de nación.

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