Dominicanos tienen hambre y sed de justicia

Dominicanos tienen hambre y sed de justicia

POR GERMAN MARTE
El secretario del Episcopado Dominicano, monseñor Benito Ángeles, dijo ayer que en el país tiene «hambre y sed de justicia» y pidió a las autoridades judiciales actuar apegados a las leyes y a la verdad, y no ceder a presiones políticas, ni económicas. «Si hay una sed grande en el país, es la sed de justicia; hambre y sed de justicia hay en el país», dijo monseñor Ángeles.

Esa misma hambre y sed de justicia que tiene el pueblo dominicano -sostuvo- también hay que reiterarlo para que esta justicia se dé en términos del disfrute de la calidad de vida.

A juicio del religioso la falta de oportunidades incentiva la delincuencia y el narcotráfico, y abogó porque se busquen soluciones educativas, que se abran oportunidades de educación.

Manifestó que el dinero del pueblo hay que invertirlo en educación para los pobres, y no en cuestiones lujosas, pues cuanto más universidades y centros de capacitación más avanzamos.

Ángeles dijo que un joven bien formado, con criterios morales y un ambiente favorable para llevar una vida digna no se mete a ser violento, ni en actos delictivos.

En el ambiente hay un desorden moral que está desquiciando al hombre, a la mujer y la juventud, expresó el religioso tras lo cual expresó también su inquietud sobre la seguridad social que según dijo no acaba de arrancar.

Asimismo, indicó que hay muchas amenazas de desempleo, y todo eso va creando desencanto y frustración en la ciudadanía.

Estamos ante una sed de justicia, pero esa justicia tiene que llegar primero al corazón de cada hombre, manifestó el secretario de la Conferencia del Episcopado.

Entrevistado en el programa De Agenda por Telesistema, monseñor Ángeles dijo que en el mundo se necesitan hombres y mujeres éticos, con principios morales y con gran capacidad gerencial, para que tengan visión y responsabilidad.

Subrayó que eso supone un ambiente de justicia y respeto, donde la dignidad humana sea acogida como lo que es, «cada ser humano tiene en su corazón un dote que le dio Dios que se llama libertad, y nadie puede abusar en contra de la libertad de esa persona».

Y el abuso de la libertad de la persona, explicó, quiere decir el que usted no le permita vivir con los niveles de vida que cada uno está llamado a vivir.

NEOLIBERALISMO

Monseñor Ángeles aseveró que el neoliberalismo y la corrupción son males que promueven la injusticia.

«Estamos ante un fenómeno donde hay un pequeño grupo que se quiere apoderar de todos los bienes, bajo la forma del neoliberalismo y la corrupción, y las dos se encuentran en una relación convergente de injusticia», afirmó el religioso.

Subrayó que el punto de convergencia de injusticia entre el neoliberalismo y la corrupción radica en que pequeños grupos quieren apropiarse de las grandes economías a cambio de los grandes grupos que cada día se empobrecen más y más.

«Creo que ha de llegar el momento en que los hombres y mujeres nobles, éticos y con principios morales y criterios claros asuman su responsabilidad política y judicial, de legislar a favor de la nación y no de grupos particulares», dijo.

El religioso expresó que el pueblo está esperando que surjan y resurjan hombres responsables, que valgan la pena, «porque de lo contrario nos vamos a encontrar con una corrupción, un desorden legislativo a diestra y siniestra».

Advirtió que el país no debe caer en un lapsus moral donde se crea que ya nada es bueno ni malo.

NARCOTRÁFICO

A juicio de monseñor Ángeles, la violencia y la delincuencia vinculadas al narcotráfico, también están relacionados con la corrupción.

«¿Cómo es posible que al país entre tanta droga, cuando se supone que hay seguridad?» se preguntó. Y agregó que debido a la búsqueda del dinero fácil los jóvenes terminan siendo adictos al dinero fácil y a las drogas.

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